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Mercedes JoverDirectora del Museo de Navarra

"Una nueva generación joven está viniendo al Museo de Navarra, y es fantástico sumar ese público"

El Museo de Navarra celebra la llegada de los dos hallazgos arqueológicos la Mano de Irulegi y el Hombre de Loizu en un año de cambio en que el edificio se renueva con las obras de eficiencia energética

"Una nueva generación joven está viniendo al Museo de Navarra, y es fantástico sumar ese público"Oskar Montero

La Mano de Irulegi y el Hombre de Loizu están siendo un gran reclamo. ¿Qué supone para el Museo de Navarra exhibir estos hallazgos?

Es una alegría, una satisfacción, una responsabilidad y también es algo natural, en el sentido de que las piezas más singulares del patrimonio arqueológico de Navarra deben exhibirse aquí. Es una alegría y una satisfacción que estas dos piezas ya hayan podido entrar, es una responsabilidad porque nuestra principal misión es legarlas a las siguientes generaciones, y por otra parte es lo natural porque para eso está abierto el Museo, para poner en contacto el patrimonio cultural más relevante con la sociedad. 

En el mes que llevan expuestas se ha doblado el número de visitas respecto al mismo periodo del año anterior.

Sí, desde finales de diciembre el incremento ha sido de todas esas visitas a la Sala de Prehistoria, y en enero llevamos un ritmo muy bueno, sí. Nos lo esperábamos, porque son piezas muy singulares. Sobre todo para la Mano de Irulegi había una expectación enorme. Por eso, a pesar de que está presentada en una ubicación temporal –una vez reabierta la primera planta pasará a exhibirse allí, en la sala 1.1–, no queríamos demorarlo, empezábamos unas obras en el edificio pero pensábamos que la ciudadanía se merecía conocer la Mano. Ahí está presentada, creemos que se ha hecho un buen trabajo en el sentido museográfico. Lo más importante es que la Mano es legible, se puede leer, se ve muy bien esa inscripción. En ese sentido estamos contentos.

Hay piezas muy relevantes de nuestra historia en el Museo de Navarra, ¿pero podría decirse que este es su mayor hito expositivo?

Yo creo que no, eso no lo podemos decir porque el Museo de Navarra tiene unas piezas a nivel internacional tan importantes... Y en cada momento la presentación ha sido un hito enorme: la Arqueta de Leyre, los capiteles románicos, que son de lo mejor del románico europeo; el Goya, uno de los mejores retratos del pintor; el Togado, que en cuanto sea posible volverá a estar visitable, el Mapa de Abauntz... Y estas dos nuevas piezas están al nivel de esas obras maestras, singularísimas, que rebasan la importancia a nivel de nuestra comunidad y que están a nivel internacional.

Quizá sí sea el mayor hito en cuanto a atracción de público, a vínculo con la sociedad...

Pues no lo sé, porque no hemos hecho ese estudio comparativo. Sí es verdad que ahora es todo mucho más mediático, ha cambiado la manera de presentar las piezas, y ha cambiado el nivel de expectación. Pero indudablemente son piezas importantísimas. 

La llegada de estos hallazgos coincide con un año de cambio para el Museo, con el cierre de cuatro plantas debido a las obras de eficiencia energética que comenzaron el pasado 10 de diciembre.

Sí, es un año maravilloso, estamos encantadas de estar en obras. Es una felicidad, porque es una obra muy necesaria, muy deseada, muy trabajada, y que, una vez finalizada, en diciembre de este año, permitirá que desde entonces la visita al Museo de Navarra sea en unas condiciones mucho mejores. Se está actuando en la envolvente. Hace unos días se empezó a levantar la antigua cubierta, del año 90, y se va a hacer la mejor cubierta posible con la mayor capa de aislante. Y todas las ventanas, resultado de la reforma del año 90 y que han resultado ser fantásticas para algunas cosas, para el clima interior del Museo no son las mejores, así que se van a sustituir con unos sistemas que permitan que no haya tanta interferencia entre el exterior y el interior. 

¿Qué retos y proyectos tiene por delante el Museo en este 2025?

Como reto, nos planteamos que las obras evolucionen como es debido, en ese sentido hemos hecho un planteamiento lo más respetuoso posible con la visita. Es cierto que se ha cerrado de la primera a la cuarta planta, pero hemos reforzado la programación en planta baja y en planta -1, lo hacemos gratuito para hacerlo más atractivo y que todo el mundo pueda visitarlo... Ese es el primer reto, fidelizar a nuestros públicos, porque no hemos querido cerrar, eso lo teníamos claro. Hubiera tenido sus ventajas cerrar todo, pero somos un servicio público, hay públicos que nos demandan y no queremos abandonarlos, ni a ellos ni a los escolares. Por otra parte, nos planteamos seguir haciendo trabajo interno para que cuando reabramos la exposición permanente sea lo más atractiva posible. Y continuar con nuestro plan de actividades artísticas. Mantenemos abierto el salón de actos con los cursos de cultura medieval, cultura moderna, contemporánea, estudios clásicos, vamos a incorporar en marzo un curso de arqueología para dar a conocer en profundidad los nuevos hallazgos... Y seguimos con nuestras actividades expositivas. 

¿Qué exposiciones se van a poder ver este año?

Pues vamos a tener a dos mujeres, dos escultoras navarras. Mertxe Sueskun de primavera a septiembre en la sala de exposiciones temporales, donde ahora mismo está visitable hasta el 23 de febrero la muestra colectiva Luna en el agua, que está funcionando muy bien. Y Maite Leyún de mayo a marzo de 2026 en la capilla. Mertxe Sueskun es una artista de 80 años, su obra es poco conocida y queremos visibilizarla. Y Maite Leyún trabaja la porcelana.

“El reto de este año es fidelizar a nuestros públicos; teníamos claro que no queríamos cerrar todo el edificio por las obras”

Sigue el empeño del Museo en visibilizar el arte creado por mujeres.

Por supuesto, sí, continuamos. Consideramos que ambas son interesantes, son mujeres cuya obra artística merece conocerse, así que fenomenal.

Ha comentado que tras las obras del edificio la exposición permanente será “lo más atractiva posible”, ¿en qué va a cambiar?

Vamos a actualizar presentaciones, algún contenido... porque hay piezas del Museo de Navarra que son muy relevantes y que de momento no se han podido exponer porque las condiciones de las salas no lo permitían. Cuando se den las condiciones, podremos presentarlas. Estamos estudiando qué piezas pueden ser.

La mediación está siendo clave en el proyecto museográfico de estos últimos años.

Sí, ahí estamos haciendo un gran esfuerzo. En el caso de la Mano de Irulegi y el Hombre de Loizu, pensemos que son dos piezas que se han estado estudiando durante bastantes años por equipos multidisciplinares y muy numerosos de especialistas; el Hombre de Loizu ha reunido a 40 especialistas, uno en hombro, otro en cabeza, otro en tibia, otro en peroné..., y hemos conseguido que el equipo comisarial reuniese todo ese saber y lo sintetizase con rigor en 120 palabras y en unos vídeos de minuto y medio. Es la labor del museo, hoy en día el patrimonio cultural no es solo el bien que venimos a ver en plan fetichista, tenemos que saber sobre él. La mediación es clave. Y es la trayectoria de este museo desde que en 2019 presentamos Todo el arte es contemporáneo y pasamos de un museo mudo a un museo parlante, con textos bilingües en salas... Esa es la mejora hacia la que tiene que tender el resto de la exposición permanente.

“La mediación es clave, hoy en día el patrimonio cultural no es solo el bien que venimos a ver en plan fetichista, tenemos que saber sobre él”

¿Han notado una renovación de público desde el proyecto ‘Todo el arte es contemporáneo’?

La verdad es que el Museo de Navarra en los últimos años está creciendo en visitantes. El momento es bueno, yo creo que con Todo el arte es contemporáneo dimos un giro para ser ya no solo el museo clásico que visitas de manera cronológica sino un museo que te cuenta cosas, un museo más vivo, con actividades que dinamizan, exposiciones que se abren a otros colectivos, como la que dedicamos a la modista Seve Urrutia y que atrajo a otros públicos con otros intereses... Y con ese esfuerzo tan importante en mediación, que no solo es poner la pieza sino presentarla lanzándote una pregunta, un punto de partida para que tú reflexiones. 

En este sentido, ¿la Mano de Irulegi y el Hombre de Loizu son una oportunidad para atraer a nuevos públicos? 

Sí, está viniendo una nueva generación, jóvenes de 20 a 30 años, y es fantástico que se sumen, y además sin perder públicos. Somos un museo general, aquí contamos desde la Prehistoria hasta el siglo XXI, y poder atraer nuevas franjas de público es estupendo.

¿Qué desea para el Museo en este recién estrenado 2025?

Yo creo que este tiene que ser un año eficiente. Que terminemos las obras correctamente, y que podamos avanzar en todos estos trabajos internos en los que no paramos. Somos un equipo reducido cargado de ilusión. Pido que sea un año eficiente.