A las tres semanas de morir su tío Javier después de una larga enfermedad, Alejandra Akerreta, en un viaje con amigos, pasaba por Estella y empezó a ver imágenes que le traían recuerdos de esa persona tan querida que ya no está, y pensó en dedicarle un proyecto fotográfico.
Así decidió el tema del que iba a ser su Trabajo de Fin de Grado (TFG) de la carrera de Artes en la Universitat Oberta de Catalunya.
Reflexión sobre el duelo
El verano pasado la fotógrafa pamplonesa se puso en marcha con el proyecto que ahora expone en la Galería Contraluz de la Agrupación Fotográfica y Cinematográfica de Navarra (AFCN).
Manual de Instrucciones para Seguridad y Confort es el título de esta muestra que acerca al público una treintena de imágenes -fotografía digital sobre cartón pluma– que, en su conjunto, plantean una reflexión sobre la vida y la muerte y, en especial, sobre el duelo, partiendo de la premisa de que “el duelo es algo que no se puede entender de una manera universal, cada persona vive el suyo”, dice Akerreta haciendo alusión al punto irónico que hay entre lo que plantea la exposición y su propio título.
No hay un manual de instrucciones para vivir y pasar un duelo, aunque ésta sea una vivencia universal sin dejar de ser íntima. “Todos hemos perdido o perderemos alguna vez a alguien querido. Yo hago aquí un homenaje a mi tío, un proyecto en su memoria, pero al final es una reflexión sobre el duelo. Y parte de lo positivo que tiene esta exposición es que todo el mundo puede sentirse vinculado a estos sentimientos, a los momentos que planteo”.
'La Espera', 'La Ausencia', 'La Memoria'
La Espera, La Ausencia, La Memoria. En estos tres bloques se estructuran las fotografías de Manual de Instrucciones para Seguridad y Confort; unas imágenes que Alejandra Akerreta capturó en distintas localizaciones de Estella, Burguete, Etxabakoitz, Pamplona o Bilbao, “sitios que me recordaban mucho a mi tío”, dice.
En ellos ha retratado parajes, objetos y personas en los que habita el recuerdo y resuena la ausencia, proponiendo un delicado ejercicio de introspección personal donde lo simbólico monopoliza el primer plano, pero siempre dejando margen a la pregunta, a la duda y la propia interpretación de quien contempla.
La Espera ofrece un espacio de reflexión sobre “esos lugares que parecen permanecer inmóviles mientras todo cambia a su alrededor”.
La Ausencia “es el reflejo de lo que no está, de lo que se ha ido pero sigue estando presente en forma de sombras y reflejos distorsionados”.
Lo que se niega a desaparecer por completo
Sin embargo, es en La Memoria donde encontramos lo que persiste. Cada objeto, cada símbolo que aparece en las fotografías, lleva consigo un pedazo de recuerdo que se niega a desaparecer por completo. Y es ahí donde la fotografía, con su poder de congelar el tiempo, entra en juego: “no solo nos muestra lo que está frente a nosotros, sino lo que queda fuera del marco, como un recordatorio constante de lo que no se puede ver, de lo que no se puede capturar”, escribe la autora en el texto de su exposición.
“La fotografía captura un instante que no volverá a pasar, y es muy adecuada para tratar el duelo”
Este último bloque contiene las imágenes más íntimas, tomadas en Burguete. “Es mi pueblo y donde mi tío vivía; varias fotografías están hechas en el monte y en su casa, y están directamente relacionadas con objetos representativos suyos, como un sombrero que él usaba o un montón de discos, de Bob Dylan entre ellos, porque toda la cultura musical que tengo la aprendí de él, de los veranos en el pueblo, cuando íbamos juntos al monte en el Land Rover escuchando música”.
La fotografía es en esta exposición una vía para capturar lo intangible. “Como dice en su teoría de la fotografía Roland Barthes, la fotografía es muerte en la vida porque captura un instante que no volverá a pasar, que fue pero ya no será, y me parecía una herramienta muy adecuada para tratar el tema del duelo”, cuenta la fotógrafa y artista.
Un libro autoeditado y creado a mano
Aunque la evocación del recuerdo se vincula habitualmente al blanco y negro, Akerreta ha optado por el color “porque había ciertas imágenes que lo pedían”. Son fotografías, eso sí, tratadas de tal manera que parecen más antiguas. “He utilizado mucho grano para evocar esa memoria”, dice la autora, que ha autoeditado un libro con las fotos de la exposición creado por ella misma a mano, de manera artesanal, y que está disponible en Contraluz “para quien quiera verlo”.
Manual de Instrucciones para Seguridad y Confort es la segunda exposición de Alejandra Akerreta en la galería de la AFCN. La primera fue En todas Norabide (2021), y estaba inspirada en la juventud y sus ganas de vivir después de la pandemia.
“Planteaba una road movie, un viaje entre amigos después de la cuarentena: el poder salir y estar de nuevo con la gente... Era una exposición más alegre, ésta es mucho más introspectiva”, dice la fotógrafa y artista sobre este último proyecto que le gustaría “mover a otras salas expositivas” antes de adentrarse en un nuevo trabajo con el lenguaje de la fotografía, que considera su “medio de expresión”, así como una “vía de autoconocimiento”.
LA EXPOSICIÓN
Título: Manual de Instrucciones para Seguridad y Confort
Lugar: Galería Contraluz de la Agrupación Fotográfica y Cinematográfica de Navarra (AFCN), calle Río Urrobi 3
Fechas y horario de apertura: Hasta el 7 de febrero, jueves y viernes de 18.30 a 20.30 horas
La autora: Alejandra Akerreta (Pamplona, 1990) estudió Fotografía en la Escuela de Arte y Superior de Diseño de Pamplona (2016-2018), donde luego hizo Grabado. Tras cursar un máster en la UPNA, ha estudiado la carrera de Artes en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).