Tras sorprender hace tres años con su primera obra literaria, el libro de relatos Gente que ríe (Caballo de Troya), con el que ganó el Premio Ojo Crítico de Narrativa y el Premio a la Promoción del Talento Artístico de Navarra, la escritora navarra Laura Chivite debuta ahora en la novela con El ataque de las cabras. Una historia centrada en las relaciones familiares, en especial en la relación entre una adolescente y su tía, y en esa búsqueda constante de una misma, relatada con humor, surrealismo, costumbrismo y fantasía. Vital y profunda, esta novela es seguramente la primera de muchas que alumbrará Laura Chivite. De hecho, ya está inmersa en la siguiente.

¿Cómo surge esta historia? ¿Cuál ha sido el motor?

Pues el motor ha sido que venía a describir cosas muy breves, como son los cuentos, pero había escrito desde siempre. Entonces, para mí la escritura ha sido tan grata y me ha permitido tanto abstraerme de la realidad, que me apeteció emprender un proceso más largo, como es el de una novela. Empecé a fraguar la idea a finales de 2022, principios de 2023, y fui poquito a poquito. Me apetecía al principio sobre todo hablar de la relación entre una tía y su sobrina, y luego fueron apareciendo los otros componentes que crean la novela. Me encantó la experiencia más larga y con más disciplina que exige la escritura de una novela. Tanto es así que ahora estoy escribiendo otra.

La búsqueda de una misma, que ya estaba presente en Gente que ríe, está también aquí muy en el centro.

Sí. Es una de de mis obsesiones, sobre todo más hace años, cuando eres adolescente, que es un poco de lo que trata la novela; en esa primera juventud está esa búsqueda del quién eres que nunca se llega a responder del todo. Cómo una se va buscando entre los demás.

“No escribo buscando un proposito. Quizá el mensaje es que la duda es el único camino, y que no hay que dar nada por cierto”

Es una novela de crecimiento. ¿Cuánto hay de autobiográfico aquí?

Inevitablemente, aunque una escriba sobre extraterrestres que juegan al hockey, siempre va a haber algo de autobiográfico, ¿no? Entonces, inevitablemente hay mucho de mí en esta historia. Sobre todo en las ideas, las reflexiones, los sentires que expreso a través de los personajes, el desencanto, el desamor o la alegría... Pero luego en las cosas estrictamente biográficas sí que hay menos de mí. La familia que retrato es muy diferente a la mía. La trayectoria vital y amorosa de la protagonista también es muy diferente a la mía... Solo se parece a mí en que estudió en Granada Literaturas Comparadas.

La escritora Laura Chivite, con su novela ‘El ataque de las cabras’. Unai Beroiz

La universalidad de los conflictos familiares es un tema clave en esta novela. Esos patrones que inevitablemente repetimos, esa genética de la que no podemos escapar. Como dice en el libro, “al final eres como tu madre, como tu abuela, como tu bisabuela”. Hay material literario en la familia...

Totalmente. Sí, en la familia hay mucho material para la literatura. Es uno de los grandes temas, también en lo cinematográfico. Creo que no existe una familia sin conflictos, es un oxímoron ¿no? Es profundamente imposible, puesto que en muchos casos son prácticamente desconocidos haciendo como que no los son. Sobre todo en las familias grandes. Cosa que no ocurre, por ejemplo, en las amistades ya de la edad adulta, que son personas que tú has elegido, que son afines a ti y por las que tú has optado. En las familias no, muchas veces tienes que compartir mesa con alguien que ha votado a Vox, y entonces tú dices: ¿Qué hago aquí? Porque en mi vida diaria nunca compartiría esto... Y luego los conflictos con las herencias... Las familias muchas veces sacan lo peor del ser humano.

El título de la novela, y la presencia de las cabras, ¿alude quizá a ese extrañamiento ante la vida, a ese surrealismo que tiene la vida y que tiene el hecho de crecer?

Totalmente, sí, sí. Elegí las cabras sobre todo porque el título me vino antes que nada y me pareció muy potente: El ataque de las cabras, y luego a partir de fui hilando. Y luego las cabras son como muy perturbadoras, muy satánicas, y todo lo de la fábula de la cabra me sirve como punto de apoyo de lo surrealista, de lo fantástico..., de cómo incluso una cabra parlante se busca a sí misma.

“Ya llevo la mitad de mi vida escribiendo casi a diario y sintiendo siempre el alivio que da la escritura”

Ha retrocedido a una época de la vida, la adolescencia, en la que descubrió el poder de la escritura, el alivio que le brindaba.

Sí, absolutamente. Cuando lo sentí por primera vez fue a los 15 años, cuando al acabar la ESO pasé un año en Los Ángeles. Entonces estaba muy perdida, no entendía absolutamente nada, ni de lo que me rodeaba, ni el idioma ni de nada. Ahí fue por primera vez cuando empecé a escribir, y recuerdo como si fuera ayer la sensación de que volcándolo en el papel desaparecía de dentro de mí. Como que algo se se calmaba dentro de mí, y ha seguido siendo así 15 años después. Ya llevo la mitad de mi vida escribiendo casi a diario y sintiendo siempre eso. El alivio.

Como refleja su novela, nos vamos buscando y encontrando en los demás, y también en referentes cinematográficos, literarios, artísticos... El ataque de las cabras pone de relevancia la importancia de la cultura y del arte en ese crecimiento vital.

Por supuesto. Los referentes ficticios que necesitamos... Yo no sé qué sería de mi realidad sin ficción. Tanto el cine como la literatura y la música juegan un papel fundamental en mi vida, siempre vivo como en otro mundo que no es éste...

Nos permiten autoconocernos.

Sí, autoconocernos y descubrir que otras personas han sentido lo mismo antes. Y también divertirnos. Todo el espectro de emociones se puede encontrar en el arte, sí.

“No existe una familia sin conflictos, es imposible. Las familias muchas veces sacan lo peor del ser humano”

Con su primer libro, Gente que ríe, comentaba que su propósito era interrogar y divertir. ¿Sigue siéndolo con esta novela?

Sí, sigo manteniendo el mismo. Aunque no escribo buscando un propósito. No es que quiera que el mensaje sea ese, sino que no sé muy bien cuál es el mensaje... Tal vez el mensaje es que la duda es el único camino, y que no hay que dar nada por cierto. Pero sí, lo que has mencionado que dije con Gente que ríe, se parece bastante a a lo que siento con este libro.

Entonces está inmersa en la escritura de otra novela...

Eso es, porque ésta la entregué en el otoño de 2023, así que llevo ya un tiempo largo con esta otra novela, y me lo estoy pasando muy bien. Es muy diferente a El ataque de las cabras.

Imagino que no se puede adelantar de qué trata.

No, ni mi editora lo sabe.

¿Y cómo valora este despegue literario con dos editoriales potentes, primero Caballo de Troya y ahora Random House?

Me siento muy afortunada. Además, me tratan muy bien, me apoyan en todo. Es gente verdaderamente extraordinaria, así que estoy muy contenta.