Mirar con otros ojos el paisaje cotidiano y disfrutar de otra manera de la naturaleza.
Es la invitación que hace el artista visual Carlos Sendar (Pamplona, 1978) en su nuevo libro, Bestiario fotográfico. Una obra que conjuga fotografía y poesía y que juega a evocar y sugerir animales, reales e imaginarios, a través de la pareidolia, el fenómeno psicológico por el que nuestro cerebro puede percibir rostros, caras o figuras humanas en cualquier superficie o área, como una mancha, una nube o una montaña.
Un juego de imaginación y descubrimiento
El proyecto comenzó “como un juego, como una caza de Pokémon”, y su planteamiento es muy simple: la forma vegetal de cada fotografía pretende evocar un animal más o menos quimérico. “Cada fotografía invita a entrar en un juego de imaginación y descubrimiento, y a disfrutar de otra forma de la naturaleza”, explica el autor, que ha presentado su libro este jueves 11 de septiembre por la mañana en la Sala Oihanburu de Sarriguren, en un acto organizado por el Centro de rehabilitación psicosocial Félix Garrido del Gobierno de Navarra.
Como el género obliga, este bestiario está hibridado con la literatura y a cada retrato le acompaña su propio poema. “Yo iba fotografiando estos animales que pueden evocar las formas vegetales de la naturaleza, y a veces se iban llamando unos a otros. Los mismos animales me sugerían vida, y en un intento de insuflarles esa vida y un poco de magia, pensé en acompañar las imágenes de textos; así que miré a la tradición y, al desarrollar esos poemas, quise que hubiera en ellos el eco de otros bestiarios”, explica Carlos Sendar, quien avisa en la contraportada de su obra: “Este libro de fotografía está lleno de bichos”.
Son 51 “monstruitos” de un proyecto que se plasmó primero en una exposición que pudo disfrutarse el pasado marzo en Civivox Milagrosa –en marzo de 2026 se programará otra en Espacios Medialuna–, y que desde mayo ha tomado forma de foto-libro publicado por Locobooks, editorial impulsada por el propio autor.
El germen de este Bestiario fotográfico está “en la naturaleza, en los paseos por el bosque, y en parte también en el aburrimiento y en el mirar un poco a las nubes”, dice Sendar sobre este libro que intenta rescatar la mirada infantil, llena de imaginación, y que nos invita a recuperar esa potente facultad. “Todos tenemos imaginación, se trata de poner atención, de mirar sin prisa, de estar dispuestos a disfrutar del arte y de la naturaleza”, asegura.
Él se ha propuesto que el libro “no sea una colección de fotografías planas; he intentado insuflarles vida, que se muevan un poco, que vibren, que el libro pida que se abra, que se puedan oír ahí dentro graznidos. Crear la ilusión de que esas formas se mueven”, cuenta.
"Somos naturaleza"
Tanto las imágenes como los poemas están abiertos a la interpretación de cada lector y lectora, para que cada cual imagine lo que le parezca, y de fondo late en ellos una preocupación por el deterioro del planeta que habitamos: “Muchas veces asumimos una dicotomía: nosotros en un lado y la naturaleza en otro, cuando somos naturaleza. Algunos animales de este libro son más fantasmales que otros, y en ellos está el mensaje de una naturaleza doliente, en riesgo”, dice Carlos Sendar.
En su opinión, no nos detenemos a observar con calma lo que nos rodea, y su Bestiario fotográfico es una invitación a pararnos y reparar en esa naturaleza que tenemos cerca.
“Para ver hace falta atención, pararse un poco; pasear sin prisa, darse un tiempo, lo mismo que para leer o para apreciar una obra de arte”. En su caso, los paseos por bosques y orillas de los ríos, que, dice, “son un filón porque están llenas de vida”, dan como fruto estas evocadoras imágenes de animales de los que primero el artista busca “el ojo, el rostro del bicho”, y a partir de ahí crea cada composición.
“Hay bichos muy variados, de agua, de aire, y bastantes que no tienen nombre, que no se pueden identificar claramente y que son quimeras, o fantasías”, cuenta Carlos Sendar.
Dos peces de hielo protagonizan una de sus evocadoras fotografías. “Eran literalmente unos trozos de hielo que había sobre una superficie que estaba deshelándose, y jugué a acercarlos; intentaba que nadasen cuando los estaba mirando, y da la sensación de que se están hablando”, dice el autor, que anteriormente ha publicado las novelas juveniles Juego de esferas (Editorial Caligrama) y La casa del terror del relojero egipcio (Editorial Círculo Rojo, 2021), así como el poemario Aquaonírico (Ediciones Papeles del Duende, 2020) y el libro de haikus Los Haiku-pájaro (Ediciones Papeles del Duende, 2022).
Este último libro, Bestiario fotográfico, lo ha autoeditado a través de su propio proyecto editorial, Locobooks, “una aventura un poco quijotesca” que Carlos Sendar quiere abrir a otros autores y autoras. El libro puede adquirirse en la web de la editorial y en las librerías Katakrak, Muga, Nerea, Troa y Walden.
Título: Bestiario fotográfico
Autor: Carlos Sendar
Editorial: Locobooks
Páginas: 120
Precio: 19,95 euros