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Charles Clifford y la memoria monumental de España

El Museo Universidad de Navarra cierra la celebración de su 10º aniversario con una extensa exposición de casi 500 fotografías de Charles Clifford, pionero en el uso de la imagen para la proyección internacional del patrimonio español

Charles Clifford y la memoria monumental de EspañaIñaki Porto

Hace unos cuantos años, recién licenciado en Arquitectura, Carlos Sánchez montó su primer estudio en el único palacio nazarí que quedaba en Granada, pero eso él aun no lo sabía. Fue uno de sus profesores, Rafael Manzano Martos, quien le descubrió el valor de aquel inmueble del siglo XIV que lucía unas yeserías talladas que ya no quedaban ni en la Alhambra. A partir de ese momento, el entonces joven arquitecto se puso a “comprar imágenes de ese tipo como un loco”. No en vano, se reconoce como un “coleccionista compulsivo”.

La búsqueda se fue ampliando a otro tipo de motivos y, en 2003, en un puesto de la Feria del Libro Antiguo de Madrid, dio con un volumen “con fotografías espectaculares” tomadas por el galés Charles Clifford. Para disgusto de Sánchez, el librero ya lo había vendido, pero le invitó a pasarse por su casa de Palma después de Navidad y hasta allí viajó para encontrarse “con una habitación repleta de fotos de Clifford, más de 200, y sin guillotinar”. Alterado ante el hallazgo, no dudó en adquirir esas imágenes y en llevárselas a casa, donde pasó tres días enteros con Javier Piñar, catedrático de Historia, ordenando el material. Con el tiempo, el fondo se ha ido completando y ahora mismo se puede ve

La exposición podrá verse hasta el 8 de febrero.

"Una oportunidad única"

Con cerca de 300 fotografías expuestas en 2.000 metros lineales, y otras 200 en proyección audiovisual, la exposición Charles Clifford y el registro monumental de España cierra la celebración del 10º aniversario del MUN, cuyo acceso seguirá siendo gratuito durante lo que resta de 2025, en virtud del acuerdo sellado con el Ayuntamiento de Pamplona. 

Así, recorriendo las paredes de las cuatro salas que ocupa en la planta baja del Museo, el público puede asomarse a cómo se encontraban entre 1852 y 1863 monumentos como la Catedral de Burgos, el Alcázar de Sevilla, el Acueducto de Segovia, el Museo del Prado de Madrid, el Palacio de los Virreyes de Barcelona o el Patio de la Infanta de Zaragoza. “Basta con ver su obra para saber que nos encontramos ante el mejor fotógrafo de la España del siglo XIX”, asegura Javier Piñar.

Valentín Vallhonrat, adjunto al director del MUN, concide y destaca que esta esta exposición es “una oportunidad única”, ya que permite ver, “por primera vez”, casi todo el trabajo de Clifford reunido en un mismo lugar. A la vez, apunta que estamos ante “un pionero”, ya que “es el primero que desarrolló en España la fotografía como profesión”. “Por entonces no había mercado, ni clientela, ni objetivos, y él fue abriendo todas esas puertas”, agrega. 

Su interés por los monumentos y el patrimonio artístico e histórico nació pronto, pero se consolidó cuando en 1853 viajó a Salamanca, donde entabló contacto con la Escuela de Arquitectura de la Academia de San Fernando. Fruto de esa colaboración sería el álbum Photographias, con 32 fotos de monumentos de Salamanca y Ávila. Después recibió otro encargo que le llevó a recorrer Burgos, Zamora, León, Oviedo, Sevilla y Santiago, entre otras ciudades, y, aunque no hay constancia de que entregara ese trabajo, sí que le sirvió para perfilar su carrera en una dirección concreta. Sin olvidar que muchas de las imágenes que tomó entonces y después formaron parte de las exposiciones internacionales de París, Londres y Bruselas. Y es que, “nos encontramos, sin duda, con el fotógrafo más importante de la España del siglo XIX”, ya que, aunque no era donde había nacido, “adoptó el país como propio” y se convirtió en su mayor valedor, proyectando su patrimonio mucho más allá de sus fronteras.

La exposición relata el ritmo de la vida de Clifford de 1852 a 1863.

En aquel momento, empezaban a ponerse en valor los monumentos a raíz de un movimiento iniciado en la Cataluña liberal que distintos artistas llevaron a su terreno. Clifford hizo lo propio, “y aportó su relato particular fijándose en el pasado y el presente de España” y “exportando esa visión”, sigue Piñar.

Idas y venidas

El diseño de la muestra del MUN no pretende tanto recrearse en los monumentos en sí mismos, sino que el relato se ha construido para reflejar “el ritmo de la vida” de este profesional durante su última década. “Para entender su trabajo, hay que acercarse a sus vivencias”, afirma el experto. En ese sentido, la repetición en las distintas salas de los mismos elementos retratados en distintas fechas se debe a sus constantes “idas y venidas”. “El suyo fue un trabajo caótico, no planificado”, ya que tenía que hacer encargos de la realeza y la aristocracia “para comer” y, a la vez, necesitaba desarrollar su faceta creativa. 

Esta muestra, abierta hasta el 8 de febrero, permite, asimismo, recorrer la propia evolución de la fotografía, ya que el fotógrafo galés revisitó muchos lugares para corregir y mejorar su técnica, viajando del calotipo al colodión húmedo en busca de la mejor manera de preservar las imágenes y, con ellas, la memoria.