Todavía están asimilándolo. Cuando supieron que habían sido clasificadas para la final mundial del prestigioso All Dance World Orlando 2025, los y las bailarinas del grupo de Pamplona de K-Pop HAZE, en lugar de a celebrarlo, se fueron a dar un paseo tranquilo, necesitaban digerirlo con calma.

Habían ido al campeonato estatal, celebrado el pasado mes de abril en Tarragona, “sin expectativas, para pasárnoslo bien”, dicen Vicky González e Irene Bueno, del grupo formado en la Escuela de Danza Ravel de la capital navarra. Y ganaron. Y además con muy buena puntuación. “Fue inesperado”, dicen.

Haciendo realidad el sueño

HAZE convenció al jurado con su coreografía, su manera de interpretar el baile, pero también con su presencia escénica, su vestuario, su coordinación. Y el sueño de ir a la final mundial en Orlando ya no era un sueño. Ya era un horizonte real, aunque se antojaba inalcanzable.

“Al principio ni nos planteábamos participar, era algo que nos venía grande. Pero nos animaron tanto en Ravel, y también nuestras familias, que dijimos: ¿Y si lo intentamos? Una oportunidad así no se presenta todos los días. Así que empezamos a trabajar para recaudar dinero, haciendo actividades, vendiendo boletos, participando en un campamento que hicimos en Ravel, dando algún taller a niños y niñas...”, cuenta Vicky González.

Lograron ese apoyo que necesitaban, y el grupo está ya casi rumbo a Orlando –este jueves 27 de noviembre vuelan hacia allá–, donde se celebra la final del All Dance World Orlando 2025 desde este viernes 27 de noviembre hasta el 1 de diciembre, con el hotel Hilton Orlando Resort como sede oficial.

‘KISS’, una coreografía “explosiva”

HAZE competirá en Orlando en la modalidad de baile K-Pop –divisón Open y nivel Pre-professsional– con la coreografía titulada KISS, este domingo 30 de noviembre.

“Es una coreografía muy explosiva, muy potente e impactante, y muy colorida y divertida. La canción –del grupo femenino surcoreano Tri.be– no es muy conocida, ni siquiera dentro del mundo del K-Pop, pero es muy animada y tiene muchos puntos fuertes”, cuentan Irene Bueno y Vicky González.

Junto a Iker De Luis, June Aguirre, Ainhoa Zugaldia y Natalia Reyes, componen el grupo HAZE, que salió de la Escuela deDanza Ravel de Pamplona en 2023.

“Al principio ni nos planteábamos viajar a Orlando, era algo que nos venía grande”

Vicky González - Bailarina del grupo HAZE

“Allí coincidimos todas. Había en la escuela un grupo de clases de baile K-Pop y ahí nos conocimos algunas. No había piña en ese momento, pero nuestro profesor nos animó a apuntarnos a un concurso que iba a haber en la Casa de la Juventud, fuimos cuatro de nosotras y de ahí nació el grupo, al que luego se unieron dos chicas más. Y hasta hoy”, dice Irene Bueno.

“Llevamos juntas desde noviembre de 2023; conectamos enseguida, fue como que se encendió una chispa, y nos empezaron a entrar ganas de bailar más allá del entorno de la escuela, participando en concursos, moviéndonos... Somos uña y carne”, asegura Vicky González.

Bailarinas y bailarines del grupo HAZE, en el exterior de su escuela de danza. Cedida

Son ellas, las propias bailarinas de HAZE, las que deciden qué coreografía bailar, qué hará cada uno y cada una en esos bailes, qué vestuario lucirán... “Todo lo hablamos y lo decidimos entre todas”, dicen las bailarinas de K-Pop, un género conocido globalmente por sus coreografías extremadamente sincronizadas, su estética visual vibrante y su fuerte uso de la producción multimedia, y que se ha puesto últimamente muy de moda en Occidente, impulsado en parte por la película Las guerreras K-pop.

Una disciplina de baile que a las intérpretes de Ravel les ha “cambiado” la vida, enriqueciéndosela.

“Descubrí este género por 2016, y no era para nada conocido. A mi alrededor nadie lo conocía, me miraban raro, decían: qué friki. Conocer a gente que comparte los mismos gustos y las mismas experiencias ha sido muy importante para mí, me ha hecho crecer mucho como persona. Además, el baile en sí te hace conectar con la gente de alrededor”, valora Vicky González.

Para Irene Bueno, el K-Pop es “un género muy variado. Significa Pop Coreano, pero dentro del pop hay muchos géneros...Para mí es la música que he escuchado en toda mi adolescencia y me ha marcado un montón. Me gusta especialmente porque en esta música los bailes son una parte esencial, algo que no ocurre en otras músicas; aquí el baile es algo fundamental. Yo no era mucho de practicar coreografías, pero cuando se nos presentó la oportunidad de hacer un grupo para ser covers de grupos de K-Pop que nos gustaban y nos animamos..., ha sido un sueño hecho realidad”, asegura.

Las medallas que simbolizan la clasificación para la final mundial en Orlando, en manos de los y las bailarinas del grupo navarro HAZE. Cedida

La industria en Corea del Sur: artistas-productos que se exprimen en exceso

Las dos bailarinas navarras ven con asombro la industria que rodea al K-Pop en Corea del Sur, un entramado musical y cultural altamente estructurado y profesionalizado que se basa en un modelo de entrenamiento intensivo para idols (ídolos). Las agencias de entretenimiento seleccionan y entrenan a jóvenes talentos en canto, baile, idiomas y actuación durante años, a menudo controlando estrictamente sus vidas para crear artistas que son “fabricados” y pulidos para el mercado global.

“Son productos que los managers y las empresas exprimen al cien por cien, todo se centra en que sean guapos, guapas, canten y bailen perfectamente bien..., y para ello a veces trabajan en exceso”, dice Vicky González. “Nosotras estamos muy lejos de eso. Vivimos esto como un hobby en el que nos entrenamos dos días a la semana y con el que disfrutamos. Sabemos que en Corea es una industria muy exigente, para nosotras no es así”, dice Irene Bueno, que compagina esta pasión por el baile con sus estudios universitarios de Matemáticas en Zaragoza.

“El propósito es, sobre todo, disfrutar de la experiencia; vamos a tope, a dar lo mejor”

Irene Bueno - Bailarina del grupo HAZE

Vicky González hace lo propio con Magisterio Infantil, que estudia en la Universidad Pública de Navarra (UPNA). “En el grupo todas compaginamos esto con nuestros estudios o con trabajos”, cuenta. Por eso no podrán quedarse en Orlando más días después de su actuación en la final mundial. “Es una pena, pero la vida universitaria, de exámenes y trabajos, nos hace tener que volver enseguida. Cogeremos el avión de vuelta el 1 de diciembre y el 2 ya estaremos en España.Va a ser corto pero intenso”, dice González.

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Van a Orlando “con muchos nervios y muy contentas”. “Nos ha venido todo muy de golpe, y la ayuda y el reconocimiento que hemos recibido en estas semanas previas ha sido bestial”, dicen las bailarinas, cuyo propósito en esta final mundial en la que se darán cita grupo de todos los países, es, “sobre todo, disfrutar muchísimo del viaje, de la ciudad de Orlando y, por supuesto, de la experiencia en el escenario”.

“Es muy difícil ganar, pero vamos a dar lo mejor de nosotras, vamos a tope”, dicen.