El entorno rural entre Gernika y Ajangiz fue el escenario donde empezó a latir lo que después sería Gatibu, la banda vizcaina que pone fin este fin de semana a 25 años de historia con sus dos últimos conciertos en el BEC. Allí, germinó una aventura musical impulsada inicialmente por Haimar Arejita y Mikel Caballero, bajista fallecido en 2024, cuando ambos formaban parte del grupo Noiz junto a músicos como Igor Artzanegi y Jon Fresko, bajista y batería de Ken Zazpi.
De 'Noiz' a 'Gatibu'
Aquellos primeros ensayos en el terreno compartido por bandas de la zona permitieron conexiones decisivas. Entre ellas, la que establecieron con Alberto Batiz, que actuó como puente hacia Iñaki ‘Uoho’ Antón, productor del primer disco de Gatibu, Zoramena. Ese ambiente colectivo fue el impulso definitivo para que Haimar y Alex Sardui pusieran en marcha el proyecto que marcaría su vida artística.
De todos los recuerdos de aquella etapa primigenia, hay uno que permanece intacto: el de de la primera canción. No hubo dudas. El primer sencillo que tocaron juntos Haimar, Mikel y Alex dio forma a ‘Urepel’, un tema creado casi de manera espontánea, que hoy es un clásico del grupo. Arejita ideó el riff en casa, unido a un ritmo de batería sólido, y Sardui terminó de vestirlo con una letra inspirada en la localidad de Nafarroa Beherea que da nombre al tema.
Presente en todos los 'setlist'
La canción, en palabras del propio Haimar, tiene un aire “campestre”, algo que conectó de inmediato con la gente. Muy pronto se convirtió en un himno popular que el público cantaba a pleno pulmón, consolidándose como uno de los pilares del repertorio de la banda. Tanto es así que ‘Urepel’ es la única canción que jamás ha faltado en ninguno de los conciertos de Gatibu durante sus dos décadas y media de carretera.
La relación con el estudio de Uoho y con Batiz propició además un encuentro histórico: Fito Cabrales grabó un dueto del tema, impulsando todavía más la notoriedad del hit. La demostración de la colaboración se pudo ver en directo el 5 de mayo de 2018, durante un concierto de Fito & Fitipaldis, y se volvió a vivir el pasado fin de semana cuando el músico bilbaino apareció por sorpresa en el BEC para acompañar al grupo en su recta final.
Este fin de semana, sin embargo, no podrá repetirse la fotografía: Fito tiene compromisos de gira en Iruña y Zaragoza. Aun así, el público volverá a corear ‘Urepel’, una última vez.