No se me ocurre otra fórmula para que perdonen al humorista Dani Mateo de haber creado un gag sonándose los mocos con una bandera rojigualda que que El Gran Wyoming o alguien así le mandara escribir mil veces en una pizarra y en el directo del programa El Intermedio la frase “no me quitaré los mocos con la bandera de España; no me quitaré los mocos...” Es lo que suele hacer Bart Simpson en muchos de los capítulos de la serie de dibujos animados, donde a la bandera de EEUU por cierto se le han hecho todo tipo de chistes. Y esta semana también le podría poner a escribir “no diré nunca más que Felipe VI no se hace pajas, no diré nunca más que Felipe VI ...”. Y ya puestos, podríamos hacer lo mismo con todos los cómicos que al hacer un chiste se les va la lengua o puede que no. Ahora que hasta los medios escorados a la derecha como la COPE de Carlos Herrera gustan de los chistes de colaboradores como Santi Majetón o en 13TV, que dejaban que Urdaci imitara este tipo de humor que tenía como protagonistas a podemitas, socialistas y separatistas..., resulta que no; que hay temas que no tienen ninguna gracia y punto. Es difícil calcular cuántas pizarras harían falta para explicar que el artículo número uno de la convivencia es la libertad. Eso parecía que todo el mundo lo entendía cuando el humor apuntaba a los batasunis, la ikurriña o la estelada que se trataron en filmes de mucho éxito en el cine y en televisión como Ocho apellidos vascos, y su versión Ocho apellidos catalanes. Pero no. Aquel humor se lo merecían, mientras éste que usa otros lugares comunes como las bandera de España o las pajas de la monarquía ya no les parece tan gracioso. Pues allá ellos. El humor y los humoristas harían mal en dejarse intimidar por estos tipos que protestan contra ellos a las puertas de los teatros. Para ellos la pizarra con el lema “solo sois una cuadrilla de acosadores, solo sois una cuadrilla de acosadores, solo sois una cuadrilla de acosadores...”.