Con esto de conceder entrevistas electorales a los candidatos, a TVE le va a pasar como a esos árbitros que sacan tarjeta demasiado pronto y luego no hay manera de que controlen el resto del partido. Queda casi un mes para la campaña electoral y a este paso no van a tener nada que decir cuando lleguen los debates. Por cierto, la Academia de Televisión ya se ha postulado para hacerse con el cara a cara entre Pedro Sánchez y Pablo Casado que van a vivir unos meses en pleno directo. Algo que les puede pasar factura, como le ocurrió el otro día a Pilar Rahola, que aseguró haber visto en ruso el filme Acorazado Potemkin, que ahora parece que todo el mundo sabe que es puro cine mudo. Porque uno puede escuchar voces en pleno silencio como también puede ver imágenes por más que se tenga los ojos cerrados. Lo importante es sentirlo y comunicarlo inmediatamente, que es lo que suele hacer Pilar Rahola, aunque para su mala suerte no siempre lo que dice pasa desapercibido en televisión. Y otra persona que tampoco acostumbra a pasar desapercibida es Mercedes Milá, que ya tiene un programa a su medida que estrenan hoy en Movistar. Se llama Scott y Milá. Scott es el perro que le acompaña a todos los sitios, algo que nos recuerda a cuando Chico Ibáñez Serrador aparecía en televisión hablándole a uno de sus chuchos. Dicen que en el programa Mercedes actúa de Mercedes. Invita a diferentes personas a su casa y les hace preguntas desde el corazón. Esto de hacerlas desde el corazón tiene su miga, como si los periodistas pudiéramos elegir entre lo que nos gustaría saber y lo que creemos que el entrevistado debería decir. Claro que por eso proliferan programas de entrevistas que lo mismo las hace una tonadillera que un cantante de mexicanas. Si Mercedes Milá con un perro; ¿por qué a Bertín Osborne no le ponen un loro como compañero de entrevistas? Bertín, te regalo la idea siempre que salgas tocado con un parche en un ojo. Trato hecho.