Si alguna cadena está por la labor de estrenar nuevos formatos esa es Movistar. Ayer puso en marcha Dar cera, pulir #0, la segunda oportunidad para que Ángel Martín y Patricia Conde vuelvan a conectar y también novedoso fue el Funeral de Ana Belén. Nuevos formatos hechos a la medida de los conocidos de toda la vida. La cantante resumió de manera precisa el programa al hablar de los invitados: “Os miro a todos y parece que esté viendo la TV de los 80”. Y lo cierto es que aquella televisión no se caracterizó precisamente por la aparición de grandes novedades. Hasta la irrupción de Javier Gurruchaga, el entretenimiento fue una especie de cansina repetición de los mismos músicos a los que también les hacían entrevistas. Un formato que luego mantuvo en el tiempo y que José Luis Moreno y compañía se hartaron de repetir y quemar hasta el aburrimiento. Un pionero de aquellos ratos de entretenimiento en el que la música jugó un papel destacado fue Aplauso, un programa al que parece que van a recuperar en la octava temporada de Viaje al centro de la tele. Un género este de la tele dentro de la tele que tiene muchas posibilidades. Por un lado porque los recuerdos televisivos siempre despiertan ese punto nostálgico que tenemos los espectadores, que sentimos que para la tele cualquier tiempo pasado fue mejor. Algo que seguramente no es cierto pero que indica que sí es un medio muy cercano que nos ha acompañado de manera íntima y con el que hemos ido creciendo y -¡joder!-, también envejeciendo. Recuperar las imágenes de aquellos tiempos pasados es una de las mejores maneras de homenajear el medio televisivo y sacarle partido al valor que esas imágenes representan además de su valor histórico. TVE viene trabajando en este sentido aunque repita el formato con la voz en off de Santiago Segura y la incorporación de viñetas de Forges. Poca cosa y es una pena que en, el recuerdo, no haya un poco más de innovación.