Regresaba Soleá Morente al Flamenco on Fire, después de haber estado presente en la primera edición, allá por 2014, entonces en compañía de Los Evangelistas, la banda formada por miembros de Lagartija Nick y Los Planetas en homenaje a la figura de Enrique Morente. Aquel fue el arranque de una carrera en la que la inquietud y la curiosidad han marcado los cuatro discos que la artista ha publicado hasta la fecha, todos ellos rebosantes de originalidad y, por supuesto, también de calidad.

Comenzó el concierto con Aurora y Ayer, las dos canciones que abren su último disco, Aurora y Enrique, dedicado a la memoria de sus padres (Aurora Carbonell y Enrique Morente). Fueron, quizás, los dos temas más puros que sonaron durante la primera mitad de la actuación, cimentados principalmente sobre los nobles materiales de la guitarra y su hermosa voz. Porque de casta le viene al galgo, y, aunque sabe que podría limitarse a repetir hasta la saciedad esa fórmula y le iría mejor que bien, ella no puede privarse de experimentar e innovar, y, como sucede en el álbum, la tradición se dio la mano hasta fundirse con otros sonidos mucho más contemporáneos. El flamenco, evidentemente, está y estará siempre presente en su música, como una marca de nacimiento indeleble y perpetua, pero se trata de un flamenco renovado, que se alimenta de un sinfín de influencias para seguir vivo y continuar avanzando. Así, en las canciones que sonaron en Zentral no faltó pop, rock o electrónica, ensamblados alrededor de melodías como las de Yo y la que fui, Marcelo Criminal o El pañuelo de Estrella, que en el disco registró junto a su hermana mayor.

El ecuador del concierto se alcanzó con Soleá, una pieza, esta vez sí, puramente flamenca que la artista bordó con su cante y rubricó con un grito, “¡Que viva Morente!”, al que el público respondió al unísono (“¡Viva!”). La segunda parte de la actuación fue más acelerada y rumbera, especialmente en los cortes extraídos de su anterior disco, Lo que te falta, ese en el que aparecía en la portada emulando a María Jiménez. Para interpretarlos, la granadina se cambió de ropa, enfundándose una vistosa chaqueta negra con flecos que no dejaban de volar al son de sus arrebatados bailes, rápidamente contagiados a la audiencia. El punto de inflexión llegó con Ole Lorelei, ahí ya la sala se convirtió en una autentica fiesta que no decayó con las siguientes, como Tonto, que arrancó sonrisas y no pocas carcajadas con su irónica letra (“Que eres muy tonto / lo sabía toda Graná / Más tonta soy yo / que me acabo de enterar”), Cariño o Vamos a olvidar, que comenzó a piano y voz y terminó con todos los instrumentos en perfecta algarabía. La primera despedida se produjo con uno de sus últimos lanzamientos, ese No pensar en ti que muestra los primeros frutos de su colaboración con Guille Milkyway; hablando de mezclas y fusiones, en esta canción se dan cita, atención: Nacho Canut y Carlos Berlanga, compositores de la canción; Raffaella Carrá, intérprete de la misma a finales de los años ochenta; y la electrónica de La Casa Azul y el duende desbordante de Soleá Morente, que ahora deciden revisarla.

Los músicos se retiraron a camerinos, pero la insistencia era mucha y la banda no se hizo de rogar. En los bises, una primera pieza flamenca que ya estaba en aquel viejo disco de Los Evangelistas con los que nos visitó por vez primera hace nueve años. Después, una introducción también flamenca precedió a la irresistible Cosas buenas, prístino ejemplo de lo que puede dar de sí la unión entre la tradición y el pop. Y El Chinitas, inspirada en el bar en el que se conocieron sus padres y donde se inició su historia de amor; no la hicieron como en el disco, sino mucho más flamenca, a ritmo de cachucha, baile típico de Granada. Baila conmigo puso punto y final a la noche de la mejor manera posible, con toda la sala bailando esa golosina de melodía y volviéndose loca cuando entraba el órgano, tan deudor de Camela. Lo había gritado Soleá y únicamente podemos repetirlo: ¡Qué viva Morente! Incluso añadir: ¡Que vivan todos los Morente!

CONCIERTO DE SOLEÁ MORENTE

Fecha: 24/08/2023. Lugar: Zentral. Incidencias: Muy buena entrada, rozando el lleno. Soleá se presentó con una banda de seis músicos (guitarra flamenca, cajón flamenco, guitarra eléctrica, bajo que se combinaba con teclados, sintetizadores y batería).