Pamplona. Se llevaban 22 minutos de la primera semifinal del Máster Kutxa en el frontón Labrit. Bengoetxea cogió la iniciativa del tanto después de aguantar el bombardeo de Zubieta. El de Leitza abrió al ancho, el zaguero llegó a responder pero Bengoetxea remachó el tanto. Entonces todas las miradas se volvieron hacia Zubieta. El de Etxarri estaba tendido en la contracancha golpeando el suelo con violencia y muchos gestos de dolor. Rápidamente fue retirado a los vestuarios, donde en una primera exploración se vio que podía tener el ligamento anterior de la rodilla derecha roto.
El partido había comenzado con dominó de Oinatz Bengoetxea. El delantero de Leitza estaba llevando el ritmo del encuentro, pero Zubieta, a base de tremendos pelotazos, le estaba arrebatando poco a poco el ritmo. "Ganar así es triste. Estaba siendo un partido bonito y creo que los dos estábamos jugando un encuentro muy bonito para el espectador y ha sido una pena la lesión de Zubieta, además, con el desgaste de las pelotas me estaba haciendo bastante daño", comentó el leitzarra.
Bengoetxea ya está en la final del Másters, pero ayer estaba más preocupado por el estado de su compañero y amigo Aitor Zubieta. Según las primeras exploraciones que realizó el doctor Urrutia, "parece que tiene el ligamento afectado. Ya lo tenía parcialmente roto, pero hicimos un tratamiento conservador y lo estábamos controlando con una rodillera pero es probable que se haya terminado de romper. Si se confirma la lesión, el periodo de recuperación se situará en un tiempo parecido al de Aimar Olaizola o Abel Barriola", afirmó el galeno.