pamplona. La plantilla profesional del Amaya Sport San Antonio ha dejado de percibir sus sueldos mensuales tras la decisión de la Audiencia Provincial de embargar las cuentas del club hasta que no se haga efectiva la indemnización establecida por el juzgado de lo Social número 3 de Pamplona a raíz de la demanda presentada por el que fuera jugador del equipo, el guipuzcoano Ion Beláustegui Ruano. El embargo mantiene desde comienzo de año paralizada por completo la actividad financiera del club antoniano, que no podrá hacer frente al pago de los sueldos de empleados, jugadores y cuerpo técnico por lo menos hasta abril, cuando está previsto que el Ayuntamiento de Pamplona abone parte de las subvenciones anuales que destina, entre otras entidades deportivas de la ciudad, al equipo de balonmano de San Antonio.
La última negativa de Beláustegui en aceptar la oferta realizada por el club para hacer frente a la indemnización, que el juzgado estableció en 154.000 euros más los intereses, ha desencadenado finalmente el bloqueo de las cuentas de la entidad, que desde enero no puede hacer frente a sus compromisos de pagos, incluidos los salarios de todo la plantilla del equipo profesional de balonmano y de la sección de patinaje.
El enfado que mostraron ayer con Beláustegui los directivos del club, y en menor medida también los que fueron sus ex compañeros, como Niko Mindegia y Gedeón Guardiola, era muy evidente. Le acusan de no atender a razones, de rechazar cualquier opción para el fraccionamiento del pago y de ignorar la complicación que ha supuesto para el club antoniano, y por añadidura para los que fueron sus compañeros de vestuario, hacer frente a un desembolso de tal magnitud.
fichado y lesión Pese a reconocer que le asiste la razón en su demanda, no entienden la actitud posterior del jugador, que fue fichado en 2009 con un contrato de tres años pero que a los tres meses de llegar sufrió una grave lesión que finalmente le obligó a dejar el balonmano. Beláustegui, que según comentaron ayer sus compañeros apenas ha mantenido contacto con ellos, pasó a la situación de incapacidad temporal y tramitó posteriormente un expediente administrativo para solicitar su incapacidad permanente al Instituto Nacional de la Seguridad Social con el que poner fin al contrato que tenía vigencia hasta junio de 2012.
Al problema generado por la cuantía fijada como indemnización por el juzgado, que en términos relativos supone una sexta parte del presupuesto del San Antonio para toda la temporada (900.000 euros), hay que unir la exigencia del jugador para recibir de forma inmediata los 168.000 euros descartando cualquier otra opción, incluida la última oferta que le planteó recientemente el San Antonio.
Según comentó Doroteo Vicente, presidente del club, Beláustegui rechazó como aval de cobro un documento firmado por el Ayuntamiento de Pamplona donde se detalla que el club antoniano recibirá en abril la subvención anual (que ronda los 198.000). No le valió y reiteró ante el club antoniano, a través de su abogado, su intención de cobrar íntegramente el montante estipulado por el juzgado.
"Todos los intentos por parte del club de solventar el problema han sido respondidos con un no rotundo. Un no de su abogado, porque a él nadie le ha vuelto a ver, ni nadie ha podido hablar con él", comentó ayer el gerente del club, José Ignacio San Miguel, quien además quiso aclarar que el importe de la subvención municipal se ingresará en la cuenta indicada por el Juzgado de lo Social número 3 de Pamplona. "Aproximadamente en abril quedaría pagada la deuda y, por supuesto, la cobraría con sus intereses correspondientes, pero de nuevo Beláustegui ha dicho no. Exigían un garantía y, ahora que la tienen, ya no la quieren", comentó.
llamamiento Acompañado de varios miembros de la junta directiva, San Miguel indicó que "lo único que acepta es un pago íntegro y único de 168.000 euros y, mientras, todas las cuentas del club permanecen congeladas. Ninguno de sus ex compañeros puede cobrar, aunque parece que a Beláustegui eso le da exactamente lo mismo". En este sentido, el mandatario antoniano hizo un último llamamiento a Beláustegui: "Sólo pedimos poder pagar a plazos para que nos desbloqueen el resto de cuentas y seamos capaces de pagar a todos los trabajadores del club". También quiso agradecer "la comprensión y apoyo" de toda la plantilla y el de pequeños patrocinios porque "sumando el esfuerzo de todos, el futuro del club está bastante asegurado".
Niko Mindegia y Gedeón Guardiola, que acudieron a la rueda de prensa donde se informó de la situación de la entidad para hacer pública su renovación, también quisieron mostrar su opinión sobre el hecho de que es posible que no cobren hasta abril. "No es una situación deseada, pero hay que entender al club y esperar que todo acabe bien", aseguró el jugador de Doneztebe. Por su pare, Guardiola comentó que a lo mejor "nosotros, en la misma situación, hubiéramos hecho lo mismo que Beláustegui, pero hoy por hoy los que lo podemos pasar mal somos nosotros".