PAMPLONA. "El sábado no podía ni hablar después del partido, me sentía muy mal porque este derbi significaba mucho para la gente de Pamplona y, sobre todo, para nuestra afición. Ahora me siento un poco más tranquilo, pero todavía me duele mucho haber fallado el penalti", ha dicho en declaraiones a Efe.

El lateral montenegrino lamenta que el error en la pena máxima fuera en un momento tan decisivo y, además, impidiera a su equipo lograr la victoria en casa: "Eran dos puntos muy importantes para nosotros, la afición estaba volcada, pero no pudo ser y lo siento por ellos".

"Había un gran ambiente en el pabellón y hubiera sido muy bonito poder dedicarles un triunfo. La verdad es que me siento fatal y es un penalti que no voy a olvidar nunca", ha subrayado.

Sevaljevic asegura que tenía "muy estudiado" al guardameta del Helvetia Anaitasuna, Matías Schulz, protagonista del partido con sus intervenciones y tras detener el penalti que firmó las tablas en un derbi histórico: "En Logroño durante la pretemporada le tiré dos veces por debajo de las piernas y no fallé, pero esta vez adivinó por dónde iba a lanzar y paró el balón".

"Logramos un punto que, si bien no es consuelo porque tuvimos la victoria en la mano, al menos supone dar un paso más en la clasificación", ha resaltado el lateral antoniano que no piensa renunciar a lanzar de nuevo los penaltis.

"Cuando Juanto (Apezetxea) me dijo que lo tirara no tuve ningún problema. Me gustan estas situaciones de responsabilidad en las que hay que decidir porque, si lo metes, ganas el partido y es un momento muy feliz. El otro día no acerté y fue un momento muy duro, pero espero seguir tirando penaltis y no fallar", ha augurado.

La parada con el tiempo ya cumplido de Schulz pasó a engrosar la mala estadística del Amaya Sport desde los siete metros, ya que son el segundo peor equipo en el lanzamiento de penaltis con un porcentaje anotador del 56 %: "No sé qué nos pasa porque estamos fallando mucho, pero hay que seguir trabajando y ya mejoraremos".

Sevaljevic, junto al resto de sus compañeros, ha regresado hoy al trabajo para preparar la cita del próximo sábado ante el Puerto Sagunto, colista de la clasificación: "Todos hemos llegado al entrenamiento con la cabeza un poco baja, aunque estoy seguro de que, si ganamos en Sagunto, lo vamos a olvidar".

"Ellos van últimos y saldrán a tope, pero nosotros tenemos que empezar a ganar partidos fuera de casa y esta es una buena oportunidad. Hay que mejorar el juego y, sobre todo, tratar de recuperar a los lesionados", ha sentenciado el lateral antoniano.