pamplona. No da dos pasos por su pueblo sin que nadie le pare. Todo el mundo en Etxarri Aranatz le tiene aprecio a Aitor Zubieta y se lo demuestran cada día. El pelotari intenta devolverles ese cariño con su labor en la escuela de pelota. Pero su mundo no solo gira sobre este deporte. Le gusta el fútbol, Los Simpson e incluso tocó la trikitixa.
Las manos de un pelotari son características, se estropean.
Sí, pero las solemos tener muy limpias. Hidratamos mucho las manos y las cuidamos. Lo que pasa es que se fastidian, se rompen los dedos a causa de la pelota, porque la mano no está hecha para este deporte y nos tenemos que acostumbrar.
¿Es un precio a pagar?
Sí, al final lo más aparatoso son las fracturas en los dedos, porque todos los pelotaris que han dejado la pelota después de un año se les queda la mano muy fina y muy bien. Pero al final las fracturas de los dedos, yo tengo cinco dedos fracturados, son lo que te va quedando.
Entonces, ni hablar de tocar el piano.
Bueno, yo tocaba la trikitixa, aunque hace años que no toco, pero estuve estudiando este instrumento y la verdad es que no era inconveniente para tocar. Si no tienes, como Titín, un dedo totalmente torcido se puede tocar.
¿Cuándo comenzó con la trikitixa?
Estuve tocando cuando era joven durante cinco años, desde los once a los 16. Lo compaginé con la pelota, pero al final la trikitixa necesitaba más tiempo. Además, con el tiempo no tuve la afición de seguir tocándola.
Se nota que en el pueblo le tienen aprecio, todo el mundo le para.
Sí, en el pueblo soy una persona muy querida y en los alrededores también. Tengo muchísima suerte de que la gente me trata muy bien, está todo el día pendiente de cómo estoy. Al final es un apoyo muy importante, que les intento devolver cuando estoy bien, cuando consigo triunfos. Y luego en la familia todo va alrededor de la pelota y tengo la grandísima suerte de que me siguen todos.
Otra manera de agradecérselo a sus vecinos será a través de la escuela de pelota que dirige.
Sí. Te exige mucho tiempo y a veces se hace un poco pesado, pero me gusta estar con los críos, me gusta intentar transmitirle lo que sé y mientras sigan viniendo con la afición que vienen estaré con ellos mientras pueda.
¿Cómo le da tiempo a todo?
Con la ayuda de algunos padres. Aunque me ocupa muchísimo tiempo y algunos dolores de cabeza, me compensa. Porque tener alguien en el pueblo que pueda enseñar a los críos y pueda llevarles el día a día creo que es importante.
¿Y cómo viene la cantera de Etxarri?
Muy bien. Tenemos la suerte de que hay chavales que juegan muchísimo, en todas las categorías, y estoy convencido de que no va a pasar mucho tiempo antes de que empiece a jugar alguno conmigo.
Para ellos será un aliciente que les entrene un profesional.
Ya se van acostumbrando, saben lo que hago y me toman como su amigo. Están todos los días conmigo y ya no me miran de forma tan lejana, sino que ya me ven tan cercano... También es bueno porque me siguen y están encima. Ellos mismos ven que se puede conseguir.
¿Le dan su opinión sobre los partidos que disputa?
Sí, los fallos, lo que hemos hecho bien, todo. Y eso es bueno porque es señal de que siguen y de que tienen afición por la pelota. En estos pueblos tan pequeños como Etxarri es lo que se lleva, la pelota es un deporte que todo el mundo toma como suyo. El frontón está en medio del pueblo y todo el mundo entra en cualquier momento a jugar, sean mayores o críos y eso es lo bonito.
De la pelota al fútbol, ¿es madridista?
El equipo que realmente sigo es la Real, siempre me ha gustado mucho desde crío y es lo que me tira. Y Osasuna como es de aquí también. El otro día estuve viendo Osasuna-Atlético de Madrid, cuando puedo me gusta escaparme al Sadar algún partido. Por otro lado, todo el mundo es del Barcelona, pero a mí siempre me ha gustado más el Madrid, no me da ningún reparo decirlo. No es mi primer equipo, pero en el derbi iría sin ningún tipo de duda con el Madrid.
¿Y cómo se lleva esa afición en el pueblo?
Eso es lo bonito. Y no soy el único, hay bastante más gente que le gusta el Madrid en Etxarri. Y siempre hay ese pique sano, si pierde el Madrid me mandan mensajes y al revés también.
Y si está en un bar de Etxarri y el Madrid marca, ¿lo celebra?
Sí, me río un poco. No soy tan forofo, pero lo paso genial, porque puedo vacilarles y estos últimos años me está tocando recibir un poco más, porque al final el Barça estaba que se salía hasta ahora.
¿Cree que la Liga ya es blanca?
Hay que tener en cuenta de que aparte de pinchar en el Camp Nou, el Madrid tendría que pinchar otras tres veces y el Barça ganar todo... Lo tiene muy complicado el Barça. No se puede decir que matemáticamente lo tiene ganado el Madrid, pero va muy encaminado.
¿Y qué piensa de Mourinho?
Hay actitudes del entorno del Madrid que a mí personalmente no me gustan, no solo de Mourinho. Pero al final hay que verlo deportivamente y desde ese punto de vista creo que es un buen entrenador.
Pero todavía no ha conseguido ganar al Barcelona...
No, eso está claro. Pero Osasuna sí.
¿No es un poco incompatible ser de la Real Sociedad y del Madrid?
Ya, pero tu equipo son los de tu zona, los que están alrededor de ti y luego siempre te tira algún grande y a mí me gusta más el Madrid. Igual también es por picar un poco a los demás, que vayamos todos al mismo sentido tampoco es bonito, pero tampoco me quita el sueño. Si pierde no tengo ningún problema y sí que me fastidiaría más que bajase alguno de los nuestros a segunda.
¿Y cuál es el mejor jugador?
Los méritos se los están llevando otros, pero creo que hay un jugador que está a su nivel o quizá más. Y ese es Xabi, el del Barça. Es espectacular cómo juega, tanto en el Mundial como en Copa o en Champions acaba siendo el mejor jugador y luego los trofeos se los llevan otros.
A pesar de tener un lado merengue, reconoce que un culé es mejor.
Hay que admitir que el que juega, juega. Es un espectáculo verle. A él y a Xabi Alonso, que también me gusta. Ha jugado en la Real, es de Tolosa... Lo tiene todo (risas).
Siguiendo con el deporte, ¿qué le parece la polémica que ha surgido de los guiñoles franceses?
Hay que tomarlo como una broma, porque si no se le hubiese dado el bombo que se le ha dado, se hubiese quedado en aquel programa y no hubiera pasado más. Pero le han dado más bombo y eso ha provocado que la gente esté esperando a que saquen más. A los políticos se les suele hacer y ahora les ha tocado a los deportistas. Por ejemplo, aquí en Euskal Telebista, en Vaya Semanita, hacen bromas para pasarlo bien y le hacen a todo el mundo: a deportistas, a políticos, a bertsolaris... Y hay que aceptarlo como una broma.
¿Y qué le parece que se haya convertido casi en una cuestión de Estado?
Que los políticos se quieran meter en eso me parece una auténtica vergüenza. Con todo lo que está cayendo, todo lo que están haciendo mal, que se metan a discutir, en mi opinión, tonterías y niñadas como esas...
¿Es una cortina de humo?
Yo creo que sí. Temas que no son políticos, que no están vinculados a la economía o a la crisis y que puedan sacarlos a primer plano, que ocupen la conversación de todos... Está claro que para ellos es una bolsa de aire y lo aprovechan bien.
Cambiando radicalmente de tema, le gusta cocinar, ¿se considera un cocinillas?
Sí, siempre me ha atraído, además me gusta muchísimo comer. Siempre me ha gustado cocinar tanto en la sociedad como en casa. Tengo la suerte de que la abuela, la madre y la tía cocinan impresionante y siempre me ha atraído. Las tres son muy buenas cocineras. Ademas, siempre que puedo intento practicar en casa y hacer cosas elaboradas.
¿Cuándo fue la primera vez que se puso manos a la obra?
No me acuerdo bien, pero, por ejemplo, la primera vez que hice gorrín fue un sábado, que tenía que estudiar para un examen. Compré dos gorrines para los amigos y mientras estudiaba los hice. Les dije a mis amigos que estuvieran a una hora para cenar. Estuve toda la tarde estudiando y pendiente de los dos hornos. Lo hice suave suave y para ser la primera vez me salió muy bien, crujiente.
¿Cuál es el mejor plato que hace?
El que mejor me sale es la tortilla de patata y la chuleta, aunque me decantó más por la tortilla de patata porque ya tengo mucha práctica.
¿Y cómo la hace?
Solemos hacer unas dos tortillas, las ponemos una encima de la otra y en medio ponemos jamón y queso. Los huevos varían según las personas que estemos, pero solemos usar alrededor de los 20 abajo y arriba unos 18-20, así que suele andar alrededor de los 40 huevos.
Los amigos estarán encantados.
Todos ayudamos al final. La vuelta se la doy yo por costumbre, porque llevo muchos años. Además, tenemos un amigo que está estudiando para ser cocinero.
¿Y qué tal?
Muy bien. Es una pasada como cocina. Se ha puesto a estudiar este año y es una maravilla, nos hace cosas nuevas, nos suele decir de ir a cenar porque va a probar algo nuevo. El martes para Carnavales nos ha dicho que tenemos que ir a comer, que va a prepararnos algo. Siempre cosas buenas.
Por otro lado, también suele ver en la televisión a Carlos Arguiñano.
Sí, además tengo la suerte de conocerle, es un hombre genial, muy simpático, que no para de contar chistes. Cuando tengo tiempo me encanta verle porque tiene la habilidad de hacerlo entretenido y de que cualquier cosa que haga, sea carne o pescado, sea apetecible y que tengan ganas de intentar de a ver si me sale así.
¿Le ha pedido consejos?
No, cuando he estado con él no he hablado mucho de cocina, más que nada un poco de pelota. Además, es su trabajo y cuando viene a ver la pelota, viene a ver la pelota. Pero algún día sí que le voy a pedir algún consejo, lo traeré a la sociedad y le pediré algún consejillo.
Entre la pelota, cocinar... ¿tiene tiempo para algo más?
No paro, entre los entrenamientos de los críos, con los perros y otras cosas... Desde que me levanto a las 7-7.30 de la mañana hasta que me meto en la cama a la noche apenas paro ni un segundo.
Aprovecha hasta el último minuto.
Sí, hago un montón de cosas. También es verdad que mi trabajo me lo permite y no me aburro nada. Mi padre suele decir que cuando tengo un poco de tiempo libre, malo, ya estoy pensando en hacer alguna otra cosa. Si estoy quieto es malo.
Entonces, no es de manta y sofá.
No, alguna noche igual un poco, pero no me doy tiempo a eso.
También ha tenido tiempo para pasar por la universidad.
Sí, he estudiado Ingeniera Técnica y ahora le estoy dando al proyecto, una nave industrial. A ver si en junio termino ya. Y a otra cosa mariposa.
¿Cómo eran sus días universitarios?
No he acudido nunca a clase. El primer año sí que fui, pero los entrenamientos al final los hacía a esas horas y tuve que estudiar por mi cuenta. Año a año he ido estudiando lo que he podido, he ido sacándolo como he podido.
¿Y cómo conseguía los apuntes?
Tengo suerte porque los compañeros que tenía en la uni nunca han tenido ningún problema en darme los apuntes o en explicarme algo si era necesario. En ese sentido no he tenido ningún problema.
Se dice que las ingenierías son difíciles...
El problema es que no he podido ir a clase y que no he podido hacer todas los exámenes que me hubiesen gustado. Al año intentaba hacer lo que podía, pero si me hubiese dedicado solo a eso, yo creo que no me hubiese costado tanto. Pero sí que es verdad que las ingenierías exigen su tiempo, hay que estudiar porque hay asignaturas que son realmente difíciles.
¿Solía salir de fiesta?
Los últimos años apenas he podido, aunque tampoco soy muy fiestero. Pero cuando empecé en la uni sí que intentaba ir a la carpa. Siempre que podía me intentaba escapar con los amigos para pasar un buen rato.
¿Y ha hecho barra algún año?
No, el año que nos tocó organizar a nosotros, no hice barra. Me encargué con un compañero de traer los vasos y así, pero no me encargaron nada más. Yo creo que dijeron que este se aleje de la barra y que ande tranquilo (risas).
¿Notaba que la gente le reconocía?
No es una cosa que te pase en todos los sitios, si sales de fiesta al final la gente te viene a saludar, pero es el día a día. La gente siempre es respetuosa, me trata muy bien y no tengo ninguna queja. Mientras sigan viniendo así y tan simpáticos, siempre tendrán una sonrisa y una buena contestación.
¿Era buen estudiante?
Hasta que empecé la universidad, sin ningún problema. En bachiller aprobé todo a la primera y muy bien, pero justo empecé en profesionales cuando estaba en la universidad y me vino el cambio de vida de repente.
¿En qué sentido cambió?
Tuve la suerte de que me cogieron cuando era juvenil (17-18 años) en Aspe y aunque todavía no había debutado, me llevaban a entrenar con ellos. Se puede decir que hacía casi vida de profesional. Pero cuando llegué a la universidad cambió.
En una entrevista confesó que le gustaba la serie 'Los Simpson'.
Buah, María me dice que para qué lo veo si me sé todas las conversaciones. Con ver cinco segundos un capítulo, ya sé lo qué va a pasar. Me sé de memoria casi todas las conversaciones. Los veo al mediodía en Antena 3 y si puedo a la tarde lo vuelvo a ver en Neox, me encantan.
¿Y por qué le gustan tanto?
Porque creo que es la mejor crítica social que se ha hecho en mucho tiempo. Hay otros como American Dad o Padre de Familia que también están bien, pero Los Simpson se llevan la palma.