Unos 124.000 de los 600.000 turistas que visitan cada año Nepal son senderistas, de acuerdo con las estadísticas del Comité de Turismo de Nepal, pero en muchas áreas poco pobladas no hay ni carreteras ni hoteles para los visitantes. "El mayor desafío para las rutas de senderismo de Nepal es que son muy poco accesibles", dijo el portavoz del Comité, Sarad Pradhan. En los últimos meses, Nepal se ha embarcado en un proyecto para dar a conocer rutas alternativas a las más populares, liderado por los laureados Dawa Steven Sherpa y Apa Sherpa, que caminaron durante 99 días a lo largo de todo el Himalaya.

Acompañados por un equipo de diez personas, entre porteadores y cocineros, el equipo recorrió 1.555 kilómetros con vistas a desarrollar una ruta nueva. El senderismo es uno de los grandes atractivos turísticos de Nepal, pero la mayoría de los turistas optan por alguna de las tres rutas principales: las del Annapurna y el Langtang, en el centro de Nepal, y la del pico más alto del mundo, el Everest, en el este.

La considerada como la puerta de entrada a la región del Everest, Namche Bazaar, es de hecho el lugar de Nepal con mayor renta per cápita gracias a los ingresos que reporta el turismo, y eso pese a que para llegar al monte hay que caminar durante cuatro o cinco días. Durante su viaje, la expedición de los sherpas trazó una ruta basada en alcanzar asentamientos humanos tan lejanos como fuera posible, pero con el intento consciente de evitar las carreteras y tomar en su lugar rutas y senderos. La ruta abierta por los sherpas es apta para valientes: llegaron a alturas de 5.800 metros y sufrieron vientos de hasta 60 kilómetros por hora entre las regiones del Everest y Rolwaling, y luego bajaron hasta una altitud de sólo 300 metros en el este. Según el propio Dawa, esas condiciones hacen que la ruta sea demasiado exigente para el turista medio, aunque hay algunos que creen que puede acortarse a conveniencia hasta un mínimo de siete días.