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Induráin hecho lírica

El lerinés javier elizalde edita 'la leyenda de miguel', un libro de poemas sobre el pentacampeón del tour

Induráin hecho líricaFoto: d.n.

LAS hazañas de Miguel Induráin siguen a día de hoy grabadas en la mente de muchos navarros. Este es el caso de Javier Elizalde, poeta lerinés y residente en Pamplona, que tras editar dos libros de poemas relacionados con el fútbol, ayer publicaba su tercera obra, La leyenda de Miguel. Un libro que, según Elizalde, pretende ser "un homenaje lírico al ciclista villavés y a todas sus hazañas, tanto sus logros como sus derrotas".

La relación de Elizalde con el ciclismo y en especial con Induráin viene de años atrás. "Cuando vivía en Londres escuchaba un programa de radio que mezclaba música y deporte y pensé, ¿por qué no unir la poesía con el fútbol u otras disciplinas deportivas?", comenta el poeta navarro.

Desde ese momento, el lerinés empezó a enviar poemas suyos al programa radiofónico y muchos fueron leídos en antena. Viendo la buena acogida que tenía lo que estaba haciendo decidió empezar a escribir sobre fútbol. "El fútbol me inspira, me transmite y me gusta plasmarlo de un modo lírico", explica Elizalde.

Primero fue Poemas de fútbol, que incluía un capítulo especial para Osasuna; luego vino Color Sangre, que hablaba íntegramente del club rojillo; y, por último, ayer salía a la venta el de Miguel Induráin. "Se lo mandé a Miguel y me dijo que lo podía publicar sin problema. Mis padres me dicen que voy a perder dinero, pero él es mi referente absoluto en el deporte y tengo la necesidad de contar lo que me ha inspirado", cuenta el poeta navarro.

Elizalde además se lanza a hacer una comparación con un texto conocido de la lírica española: "Yo veo que escribir sobre Induráin es como hacer un Cantar de mio Cid actual. Es el tributo a un héroe". Sobre el proceso para producir el libro, cuenta que fue una forma de encontrarse con sus recuerdos: "Ha sido un trabajo de recordar y buscar su historia. Es la combinación perfecta porque ha supuesto reencontrarme con datos que ya ni recordaba sobre el ciclista que a mí me emocionaba cuando era pequeño".

Muchas son las hazañas de Miguel Induráin durante su trayectoria, en la que se hizo con cinco Tours de Francia, pero pocos quizás recuerden o conozcan sus primeros pasos en el ciclismo. "La Clásica de San Sebastián del año 90 siempre se quedará grabada en mi mente. Fue la liberación de Miguel, pudo trabajar a su gusto y ganó en la montaña. Es uno de mis mejores recuerdos como aficionado", afirma Elizalde.

El poeta navarro también ha encontrado inspiración en otros deportistas, como el incansable mediocentro de Osasuna Patxi Puñal, del que dice que es un "deportista del que se pueden escribir muchos poemas", pero confiesa que todavía no se atrevería a "hacer un poema de Mendilibar".

A pesar de realizar un repaso a todas las glorias y decepciones del ciclista villavés, Elizalde tiene claro cuál es su mejor momento en la trayectoria de Induráin. "Me quedaría con el oro olímpico. Perdió en el Tour, pero demostró que seguía siendo el más rapido en contrarreloj".

La leyenda de Miguel, con prológo del periodista Juan Yeregui, ya está a la venta en las principales librerías y tendrá su presentación oficial en la Universidad Pública de Navarra en el día de inicio de la Vuelta Cicilista a España, que dará comienzo en Pamplona.

Codo con codo

(con Álvaro Fernández)

Ciclismo de cuatro ruedas,

cuando dos almas gemelas

con ambiciones gemelas

se encuentran en la carretera.

Mil novecientos ochenta y cuatro,

Vuelta Ciclista a Navarra,

un riojano de Villalba,

y un navarro de Villava,

los dos en el mismo equipo,

los dos con tan grandes fuerzas,

que montaban su escapada

al comienzo de la etapa

y allí solos pero juntos

la carrera completaban.

Ascender codo con codo,

descender codo con codo,

llanear codo con codo,

y vencer codo con codo.

Se les quedaban pequeños,

el pelotón, el trayecto,

las llanuras, las montañas

y hasta el mapa de Navarra.

Eran dos almas gemelas

con ambiciones gemelas

con ilusiones gemelas

y con las fuerzas gemelas.

Tres años después Fernández

cayó muerto en la cuneta

pero al marcharse a los cielos

dejó a su amigo su fuerza.

Por eso llegó a ser tan grande,

por eso forjó su leyenda,

porque ese codo con codo

seguía vivo en sus ruedas.