finlandia0

españa2

FINLANDIA Mäenpää; Toivio, Pasanen, Moisander, Arkivuo; Tainio (Riski, m.69), Roman Eremenko, Ring (Hämäläinen, m.69) Halsti, Schüller; y Pukki (Zeneli, m.81).

ESPAÑA Casillas; Koke, Raúl Albiol, Sergio Ramos, Jordi Alba; Mario Suárez, Xavi; Iniesta, Cesc (Negredo, m.71), Pedro (Cazorla, m.81); y Villa (Navas, m.56).

Goles 0-1, m.19: Jordi Alba. 0-2, m.86: Negredo.

Árbitro Ivan Bebek (CRO). Amonestó a Mario Suárez (90) por España.

Estadio Olímpico de Helsinki, con la presencia de 37.492 aficionados.

-

Helsinki (Finlandia). La selección española consiguió ayer el primer triunfo de su historia en Helsinki, sin brillo en una noche gris en la que faltó frescura, pero en la que los goles de Jordi Alba y Negredo más el pinchazo de Francia, le permiten poner pie y medio en el Mundial de Brasil.

Los errores estaban aprendidos. España, rival a batir por todos, no puede caer en la relajación y debe matar los partidos. Con esas consignas salió al Olímpico de Helsinki en un día en el que faltó físico pero no voluntad. Con Iker Casillas en portería y Vicente del Bosque firme en su decisión de premiar al capitán, su portero, por más que sea suplente en el Real Madrid.

El momento de brillantez de Víctor Valdés bien vale la titularidad, pero Casillas nunca falló con España y eso pesa para el seleccionador. Arriesgó más en el lateral derecho. Ahí nunca jugó Koke, en búsqueda de una profundidad ofensiva que no aporta Arbeloa. Comenzó nervioso, sin los automatismos de un lateral, cuando Finlandia arrancó con un ramalazo de valentía. Llegó a probar a Casillas, cuando Ring a los doce minutos dejaba un túnel a Koke y ponía un centro peligroso que cortaba Ramos cuando iba a rematar Pukki, e Iker evitaba el gol con los pies. España pasó del susto al gol. Comenzaba a ejercer su dominio cuando emergió la figura de Cesc Fábregas.

El momento Cesc se traslada a la selección en el mismo escenario donde despuntó en un Mundial sub-17. A sus grandes recuerdos le suma una acción repleta de brillantez, con un pase picado medido al desmarque de ruptura de Jordi Alba que se perfiló de izquierdas para controlar y marcó con la derecha. Su quinto gol con la selección, gran parte de ellos similares al que rompió la final de la Eurocopa 2012 ante Italia.

España ya había hecho lo más difícil, derribar la muralla finlandesa cuando se acababa de construir. Encerrados en su terreno sometían a la Roja a un ejercicio de paciencia, pero de tocar los bajitos nunca se cansan. Mario Suárez, sustituto de los lesionados Sergio Busquets, Xabi Alonso y Javi Martínez, no se complicaba en su estreno como titular. Tocaba con rapidez a Xavi, que imprimía ritmo, a Iniesta, que siempre inventaba, y a Cesc, que explota a la perfección su libertad de movimientos. A Finlandia le faltó fútbol pero le sobró fe. En el reinicio del partido lo buscó en unos minutos de coraje en los que Koke demostró que no puede jugar de lateral. España no se encontraba cómoda, con jugadores muy alejados de su mejor momento de forma. Salió con la consigna de chutar y lo intentaron sin éxito Iniesta y Mario Suárez.

En el minuto 61 Del Bosque decidió prescindir del sistema para apostar por Negredo. Su presencia estiró a España. Rápido tuvo la primera. Xavi le dejó solo pero Pasanen reaccionó rápido para evitar el disparo en el mano a mano.

Y a la segunda mató el partido. De nuevo apareció Xavi, justo de forma pero con la visión privilegiada de siempre, para poner el pase en profundidad a la velocidad de Navas que puso en bandeja el gol a Negredo. El empate de Francia en Georgia dio mayor valor al triunfo de España en un día de poco brillo. Brasil aparece en el horizonte.