pamplona - Con la camiseta empapada en sudor y recuperando el aliento. Así terminó Juan Martínez de Irujo su primer entrenamiento para la final del Cuatro y Medio de la LEP.M. El lugar escogido fue un escenario que conoce a la perfección: el Labrit de Pamplona y como compañero de fatigas contó con Joseba Ezkurdia, un pelotari que siempre le exige. “Me exprime, me hace sacar todo mi juego para poder ganarle, me presiona mucho y siempre está disponible para entrenar”, declaró Irujo.
Una jornada de preparación en la que el manista navarro experimentó buenas sensaciones. “Me he sentido bien en el entrenamiento de hoy. El primero después de ganar una semifinal siempre se hace a gusto, he decidido hacerlo aquí para estar un poco más tranquilo”, aseguró.
Jokin Etxaniz corregía aspectos del juego de Martínez de Irujo mientras Retegi Bi, presente en la contracancha, no perdía detalle de lo que sucedía. Tal era la intensidad que incluso los pelotaris se picaron amistosamente en el tanteador del partidillo. “Se juega como se entrena y los dos siempre queremos ganar e intentamos entrenar como si estuviéramos de blanco. Luego eso en la cancha se nota”, afirmó el iberoarra.
En cuanto a lo que se trabajó en la sesión, nada nuevo y un poco de todo. “Me centro en colocarme bien a la pelota, restar bien arriba, los ganchos acabarlos bien, me tengo que preocupar más de mí que del juego del rival”, dijo.
Los pelotaris, poco a poco, se ponen a punto tanto físicamente como de manos. El miércoles se entrenó Urrutikoetxea, que lo volverá a hacer el martes. Irujo lo hizo ayer y lo volverá a hacer el martes en Bilbao. Por último, la elección de material será el jueves.
La final del 29 de noviembre va cogiendo color y tanto Irujo como Urrutikoetxea no suelen dejar nada a la improvisación, y menos cuando hay una txapela en juego.