Bilbao - Alex Txikon está empeñado en ampliar las fronteras de la historia y llevar a lo más alto los límites del ser humano. En conseguir algo que nadie ha logrado jamás. Hacer historia. Y, por ello, ahora ha puesto su mira en el K2 (8.611 metros). Porque el alpinista vizcaíno confirmó ayer la noticia que llevaba rumiando varios meses: intentará coronar la segunda cima más alta del planeta en invierno y sin oxígeno. Al igual que lo hizo en 2016 al protagonizar con éxito la primera ascensión invernal al Nanga Parbat, ahora quiere intentar conquistar lo que no ha conseguido ningún otro escalador: La cima del K2 en la estación más fría del año. Lo hará a partir del próximo 2 de enero, en tres meses de expedición -espera lograrlo para finales de marzo-, con ocho sherpas y con la compañía del gallego Félix Criado, alpinista con el que ya intentó, sin éxito, ascender esta montaña en 2013. En aquella ocasión, pretendieron la cima en julio y las condiciones climatológicas echaron por tierra sus pretensiones. Ahora, la quieren en invierno, más duro y complicado; por ello, Txikon advirtió de que “conseguir la cumbre no es coronarla, sino poder regresar a casa y divertirnos en el trayecto”.

Con este nuevo reto, el alpinista vizcaíno aparca su obsesión por pisar la cima del Everest (8.848 metros) en invierno y sin oxígeno, un reto que probó los dos años anteriores y que no pudo lograr. “Lo hemos intentado y no ha sido posible. En ambas ocasiones alcanzamos cotas más altas de los 8.000 metros, pero no hubo suerte ni rebajando el volumen de la expedición del primer año. Pensamos en volver un tercer invierno consecutivo, pero saber que para esos meses se esperaba una expedición comercial nos hizo darle un poco de descanso porque volver al Everest con más de 50 turistas desmerecería mucho el trabajo que hemos hecho durante estos dos años”, explicó Txikon. Por eso el lemoarra puso su mirada en el K2, “una montaña mucho más compleja, de gran dificultad técnica y climatológica”. Allí le esperan temperaturas inferiores a -30º, vientos superiores a más de 100 kilómetros por hora y una cima que ya intentó ascender por primera vez en 2011 y que le mandó para casa antes de tiempo: “Jamás olvidaré la pirámide que tiene el K2 y que se alza por encima de los 5.000 metros. Es una imagen increíble porque no es una pirámide blanca como muchos esperan por la nieve, sino que es negra porque las precipitaciones y el viento han erosionado su tierra. Es negra y dura durante los más de 3.000 metros hacia arriba que tiene”, recordó Txikon. De hecho, en la base de esa pirámide es donde colocarán el campo base, entonces arrancarán dos meses de duro trabajo en condiciones extremas para equipar la montaña hasta el campo 4, a 8.000 metros de altura. Allí esperarán el momento adecuado para alcanzar una cumbre virgen en invierno.

una red de iglús Porque nadie ha conseguido nunca escalar el K2 en esta estación, de hecho, la dureza de esta montaña provoca que tan solo existan cuatro intentos invernales antes que el propuesto por Txikon. Y eso que ser el único ochomil que no ha sido coronado en los meses más gélidos le hace muy tentador para las expediciones que pretenden entrar por la puerta grande en la historia de alpinismo. Sin embargo, solo cuatro valientes equipos anteriores lo probaron con el trágico balance de un fallecido -el ruso Viktor Gorelik en 2012 sufrió de congelaciones y murió al no poder ser evacuado-. Por ello, para intentar evitar riesgos innecesarios, Txikon explicó que esta vez su habitación no será una tienda de campaña, sino un iglú: “En esta aventura, el iglú significa la salvación. Nuestra intención es construir una red de iglús que nos den mejor cobijo que las tiendas de campaña porque nos eliminarán el viento y nos permiten pasar de los -30º a tener 3º positivos si encendemos una vela dentro”.

Además de la aventura deportiva de coronar el K2 en invierno, Txikon colaborará durante su ascensión con dos proyectos científicos: Balelur, que estudiará el cambio climático en la segunda montaña más alta del mundo, y K2-Xtreme Genetics, que investiga la falta de oxígeno en condiciones invernales extremas.

K2: La segunda montaña más alta del planeta

LA EXPEDICIÓN

Fechas: del 2 de enero a finales de marzo.

Cumbre: K2, 8.611 metros, la segunda más alta del mundo.

Climatológica: inviernos con temperaturas inferiores a -30º y vientos superiores a 100 km/h.

Intentos fallidos: Cuatro. Expediciones polacas en 1988 y 2003, expedición rusa en 2012 y de nuevo otra polaca en 2018.

Proyectos complementarios: además de alcanzar la cima, Txikon cooperará con dos proyectos científicos y sociales que estudian el cambio climático y la hipoxia a altas alturas.