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El debut perfecto

Mundial | Las ‘Guerreras’ arrollan a Rumanía, con cinco goles de la navarra Nerea Pena

El debut perfectoEFE

Rumanía16

España31

RUMANÍA Dedu; Udristioiu, Zamfirescu, Pintea (3), Perianu (1), Iuganu (2) y Pristavita (1) -equipo inicial-, Dumanska (ps), Neagu (6, 2p), Bacaoanu, Florica, Dache, Polocoser (3), Ostase, Seraficeanu y Vizitiu.

ESPAÑA Navarro (2); Marta López (1), Mireya González (3), Pena (5, 3p), Barbosa (6, 3p), Jennifer Gutiérrez (3) y Eli Cesáreo -equipo inicial- Zoqby (ps), María Núñez, Arderius, Etxeberria (2), Lara González, Sole López (1), Alicia Fernández (6, 3p), Almudena Rodríguez (1) y Ainhoa Hernández (1).

Marcador cada cinco minutos 2-3, 3-5, 5-8, 7-10, 8-12 y 9-16; 10-19, 11-21, 13-23, 14-25, 14-29 y 16-31.

Árbitros Bonaventura y Bonaventura (FRA). Excluyeron por dos minutos a Pristavita (2), Perianu (2) , Bacaoanu (2) y Polocoser por Rumanía; y a Eli Cesáreo (2), Etxeberria, Barbosa y María Núñez por España.

Pabellón Prefectural Gymnasium de Kumamoto.

Madrid - Las Guerreras iniciaron su andadura en el Mundial de Japón con una contundente e inesperada goleada a Rumanía, en un choque en el que dieron toda una exhibición tanto en ataque como en defensa.

España no sólo superó por completo a toda una potencia mundial como el conjunto rumano, semifinalista en el último Europeo, sino que lanzó un serio aviso a todos sus rivales con un imponente juego.

Una solidez que desarboló por completo a Rumanía en la primera parte, tal y como demostraron los siete goles de ventaja (9-16) con los que las Guerreras alcanzaron el descanso.

Cifra que respondió al espectacular trabajo defensivo del conjunto español, que no sólo limitó al máximo el rendimiento de Cristina Neagu, elegida en cuatro ocasiones mejor jugadora del mundo, sino que anuló casi por completo a la otra figura rival, la pivote Crina Pintea.

Pero si el buen rendimiento defensivo de las Guerreras ya no es algo que sorprenda, sí hay que destacar la variedad, la inteligencia y, sobre todo, la efectividad que mostró España en ataque: un extraordinario rendimiento que se sustentó en la velocidad en la circulación de balón, mejor manera de superar a las altísimas y fornidas rumanas.

Las de Carlos Viver, que demostró haber estudiado a la perfección al conjunto rumano, tuvieron claro desde el comienzo que la clave era acelerar al máximo sus movimientos.

Una lección que aplicó como pocas Nerea Pena, que puso un ritmo trepidante a las transiciones del equipo español, lo que permitió a las “Guerreras” encontrar en cada ataque los espacios necesarios para que las jugadoras españolas pudieran hacer valer su uno contra uno. Circunstancia que posibilitó a España ir aumentando su ventaja en el marcador durante todo el partido, hasta ese escandaloso 16-31 final, una ventaja importante de cara a posibles dobles o triples empates en esta primera fase. - E.P.