La gestión del Circuito de Los Arcos -de nuevo en manos del Gobierno foral desde 2019 tras desistir la empresa arrendataria- ha vuelto al Parlamento, donde las críticas a su “caprichosa” construcción en 2010 han unido a los grupos frente a Navarra Suma.

Fue ayer, con motivo de la comparecencia de la presidenta de la Cámara de Comptos, Asun Olaechea, quien expuso el informe sobre el Arrendamiento del Circuito de Navarra entre 2014 y 2019.

Según ese informe, el Circuito acumula un gasto superior a los 70 millones desde su inauguración en 2010, y tiene un déficit estructural de más de un millón de euros al año.

La gestión actual la lleva a cabo la empresa pública NICDO, con un gasto de 2,4 millones de euros en 2020 con 0,68 millones de ingresos, déficit más abultado debido “en parte a la pandemia”, según explicó Olaechea, quien realizó dos recomendaciones: analizar cuál es la alternativa más eficiente cuando se retome la normalidad tras la pandemia y realizar análisis previos a la toma de decisiones.

En el turno de los grupos, Maiorga Ramírez (EH Bildu) incidió en sus criticas desde el inicio de esta obra “faraónica y de despilfarro al más puro UPN Style. Se acometió sin informes, planificación ni justificación”.

Por Navarra Suma, Carlos Pérez Nievas afeó que cada vez que se debate sobre el Circuito se retrotraigan a la decisión de construirlo, un informe que “ya se hizo” en su momento, por lo que se centró en defender que en la misma época se construyó Baluarte o el Navarra Arena, “también UPN Style” y que hoy “son un acierto”, de forma que abogó por solucionar su gestión.

El socialista Carlos Mena también recordó la “nefasta gestión desde el inicio” de esta obra, también con el “auténtico desastre” que fue la gestión por la arrendataria, pero con “una infraestructura que ya existe, lo que nos queda es explotarla al máximo para gestionarla bien, porque puede ser revulsivo para la zona en la que está construida”.

Pablo Azcona (Geroa Bai) coincidió en considerar éste como “un caso de libro, el mas sangrante por su volumen, de la forma de hacer de UPN”, y dijo que ahora hay que “encajar la sostenibilidad, ya que la viabilidad es difícil, porque esto es un marrón que tiene la Administración”.

En la misma línea, por I-E Marisa de Simón se mostró de acuerdo en entrar a la labor de “abordar qué se hace” con esta infraestructura: “Me parece correcto, lo que no me parece correcto es una huida hacia adelante sin tener en cuenta lo que ha ocurrido hasta ahora”.