El jugador de rugby Mohamed Haouas, uno de los pilares de la selección francesa de cara al próximo Mundial que se celebrará en otoño, fue condenado este martes a un año de cárcel por haber pegado a su mujer en un centro comercial, lo que hace dudar de su presencia en esa competición en otoño.

El Tribunal Correccional de Montpellier lo consideró culpable de violencia conyugal y le impuso una condena firme pero adaptable, de forma que no tendrá que pasar los 12 meses entre rejas y el próximo 26 de junio está citado a una audiencia con el juez de aplicación de penas para fijar las condiciones.

Haouas, que fue juzgado esta tarde por el procedimiento de comparecencia inmediata, estaba detenido desde el pasado viernes, el día de la agresión que se produjo delante de múltiples testigos y de las cámaras de vigilancia del centro comercial.

Según el relato de la emisora France Bleu Hérault, el deportista trató de justificarse durante la audiencia explicando que vio fumar a su mujer y madre de sus dos hijos, y que aunque "tiene derecho a fumar", se enfadó porque consideró que le había engañado.

"Me dije que si puede mentir por el cigarrillo, puede mentir por otras cosas", añadió tras señalar que había actuado así por celos. En cuanto a los golpes que le propinó a su mujer -que no quiso denunciarlo y aseguró que era la primera vez que lo trataba así-, los minimizó: una "pequeña zancadilla" y una "pequeña bofetada".

Aunque desde el tribunal volvió a la cárcel, esta noche ya no tendrá que dormir en prisión.

El jugador, que tiene 29 años y se ha proclamado campeón de Francia con su equipo, el Montpellier, ya había sido condenado en febrero de 2022 a 18 meses de cárcel exentos de cumplimiento (sólo iría a prisión en caso de reincidencia) por unos robos en estancos de la ciudad cometidos en 2014.

Está también a la espera de la sentencia el próximo 30 de junio por otro proceso que se celebró el 12 de mayo en el que está acusado por su participación en una pelea violenta el 1 de enero de 2014.

La Fiscalía pidió entonces para él una pena de dos años de cárcel exentos de cumplimiento.

La selección francesa no ha querido pronunciarse sobre si Haouas está o no descartado de cara al próximo mundial que se celebra en Francia, en espera del dictamen del 30 de junio.

En cambio el futuro equipo de Hauas, el Clermont-Ferrand, con el que el jugador se había comprometido para la próxima temporada, anunció esta tarde que el jugador "no podrá llevar sobre el terreno los colores de nuestro club".

"Con su comportamiento, Mohamed Hauas se coloca en una oposición total a nuestra identidad y nuestras convicciones", añadió el club en un comunicado, en el que consideró que los hechos reconocidos por el jugador "son inaceptables" y "totalmente incompatibles" con los valores de la entidad.