El primer partido de la temporada 2024-25 no será uno más en la carrera de Iker Muñoz porque el centrocampista de Villafranca recibió un golpe en la cara que limitó su presencia en el terreno de juego en el día del debut. El futbolista de Osasuna saltó con su excompañero Darko Brasanac en una pugna en absoluto encarnizada –cualquier combate aéreo resultó más aparatoso en el partido del sábado–, pero el ímpetu del serbio le hizo mella al jugador navarro en el rostro. Iker Muñoz tuvo que ser atendido sobre el terreno de juego y se le aplicó un aparatoso vendaje para tapar la zona del impacto, en el ojo derecho.

El futbolista, finalmente, debió ser relevado en el descanso, saliendo en su lugar Jon Moncayola. Iker Muñoz siguió el partido desde el banquillo, pero con un evidente gesto de sufrimiento que delataban las imágenes de televisión y aplicándose hielo en el ojo. El futbolista navarro, según indicó el parte médico facilitado por el club, sufre una herida contusa en el párpado superior derecho que ha requerido diez puntos de sutura lo que le impidió entrenarse ayer.

Habrá que esperar a lo largo de la semana cómo es la evolución de sus problemas y si ello tiene incidencia en su participación en el encuentro del sábado. Iker Muñoz, por lo menos, mandó un mensaje en las redes sociales alejado de cualquier preocupación. “Primer punto de la temporada, El sábado volvemos a El Sadar, queremos la victoria”, anuncia el centrocampista.