Helvetia37

BM Logroño38

HELVETIA ANAITASUNA (23+14) Bols; Salazar; Gastón (2), Ceretta (4), Krsmancic (4, 1p), Nantes (3), Miguel Goñi (1p) y Ugarte (6) -siete inicial. También jugaron Salazar, Bazán (4), Méndez (3), Etxeberria (1), Meoki (1), Pujol (4), Chocarro (2), Barricat (1) y Aguirrezabalaga (1)

BM LOGROÑO LA RIOJA (22+16) Sergey Hernández; Cadarso (1), Fekete (2), Kusan (2), Miguel Sánchez (3, 2p), Ilic (5) y Balenciaga (1) -siete inicial. También jugaron Scott (7), Javi Muñoz (5, 2p), Moreira (1), Daniel García, Kukic (7), Eduardo Ortiz, Del Arco y Garciandia (4)

Marcador cada cinco minutos 5-3, 11-7, 16-11, 19-15, 20-19 y 23-22 (descanso); 28-26, 31-27, 32-31, 33-34, 34-35 y 37-38 (final)

Árbitros Javier Álvarez y Yon Bustamante. Excluyeron a Bazán, Meoki y Nantes por los locales; y a Fekete y Kusan por los visitantes.

Pabellón Anaitasuna. Unos 1.100 espectadores.

pamplona - En el anuncio de su despedida se contuvo. Ayer, no pudo evitar derramar alguna lágrima. Miguel Goñi dijo adiós al balonmano, a su Anaitasuna del alma, al pabellón que le ha visto crecer como jugador y también como persona, y a una fiel afición que se volcó en su adiós. El 20 del Helvetia, el eterno capitán, ya forma parte de la historia del club navarro.

Goñi se va y su única espina clavada es no haberse podido despedir con victoria. El equipo pamplonés perdió en su último partido de la temporada ante el BM Logroño por un ajustado 37-38. Un marcador abultado, muy elevado, que se fraguó en los primeros compases, merced a un ritmo frenético en ataque. El intercambio de goles era veloz, para un encuentro que carecía de trascendencia clasificatoria.

No obstante, más allá del encuentro, el protagonista absoluto fue Miguel Goñi. La afición recibió al capitán navarro con una gran pancarta en la que se podía leer 1997-2019 Nuestro capitán, acompañada de una imagen suya.

Los homenajes, a cada cual más emotivo ayer, ya empezaron antes del enfrentamiento con los riojanos. Desde el centro de la pista, y aplaudido por compañeros y rivales, su familia era la primera en despedirle y homenajearle. Ahí estaban sus padres, Luis y María Jesús, su hermana Esther, exjugadora también de balonmano, sus sobrinos y su cuñado Richard. Goñi recibió un precioso ramo de flores de todos ellos.

Tras ellos, amigos y excompañeros que le acompañaron en sus inicios, en momentos muy bonitos de su carrera, como Tizok Egozkue o Javier Tajadura, le regalaron una camiseta conmemorativa con el 20.

A continuación, a la pista azul de Anaitasuna saltaban tres leyendas del deporte navarro: el expelotari Juan Martínez de Irujo y los excapitanes del Xota y de Osasuna Javi Eseverri y Patxi Puñal. Todos ellos quisieron arropar a la que se convierte, desde ayer, en una leyenda más y le obsequiaron con un pañuelico rojo.

La huella que deja Miguel Goñi también se plasmó con el reconocimiento por parte del Comité Navarro de Árbitros de Balonmano por medio de su presidente, Patxi Elcano. El Gobierno de Navarra, a través de su consejera de Cultura, Deporte y Juventud, Ana Herrera, también estuvo presente. Y, por supuesto, su club, Anaitasuna, que también tuvo un detalle con su capitán por medio del presidente de la Sociedad, Miguel Ollakarizketa, y del responsable de balonmano, Javi Gracia.

A Goñi se le veía emocionado, sorprendido e incluso abrumado. Ahora bien, en cuanto comenzó el partido, se dedicó a disfrutar. Estaba feliz. No pudo evitar alegrarse al máximo cuando marcó un gol desde los siete metros a su excompañero y amigo Sergey Hernández. La última diana de su carrera.

Cuando restaba poco más de un minuto para finalizar el choque, con el 36-38 en el electrónico, Iñaki Aniz paró el partido. Un tiempo muerto que sirvió de homenaje al capitán, a la persona y al jugador que se ha dejado la piel por Anaita.

Al final, el Helvetia cayó por 37-38. Un resultado sorprendente, aunque ayer era casi lo de menos. Lo importante era despedir con honores al capitán, a Miguel Goñi. Al eterno 20.