Este será su tercer Mundial con la camiseta de la selección. ¿Cómo se encuentra?

-Muy bien. Físicamente he podido trabajar en condiciones y, a nivel de balonmano, pude ir al torneo de Qatar y jugar varios partidos. Lo veo como los anteriores campeonatos. No sé si al final seré el jugador 17 o no, si habrá cambios o no. Pero, como siempre he dicho, intentaré ayudar a la selección lo máximo posible y aportar todo lo que esté en mi mano, ya sea dentro o fuera de la pista.

Se le ve con ambición.

-Claro. Lo que quiero es jugar, tener minutos y responsabilidades. Pero lo que el seleccionador considere que debe ser mi rol, lo aceptaré encantado. Una vez ponga un pie en la pista, trataré de hacerlo lo mejor posible.

Este viernes empiezan ante Brasil. ¿Cómo ve el grupo, donde también están Túnez y Polonia?

-Es un grupo fuerte. El más potente puede ser Brasil, sin desmerecer a los demás. Juega muy buen balonmano. Enfrentarte a ellos cuando están frescos, sin la fatiga de la competición, hace que Brasil sea muy peligroso. Nosotros vamos con pies de plomo y siendo conscientes de que nos pueden plantar batalla y dar un susto.

¿Puede pesar a España la presión de ser campeona de Europa?

-Quizás tenemos un punto más de presión. Somos un poco el rival a batir. Sabemos que los equipos nos querrán ganar y es un peso más que llevar, pero es algo positivo también. Creo que es de admirar estar en esa posición.

¿Con qué opciones cuentan?

-Somos conscientes de que podemos plantar cara a cualquiera. Nuestra ambición es la de ganar los partidos y luchar por el oro.