Tras siete semanas de intenso trabajo, de ensayar, de probar, de corregir, de analizar, de aprender y de interiorizar llega la hora de la verdad. El Helvetia Anaitasuna comienza su undécima temporada en la Liga Sacyr Asobal y, de primeras, tiene ante sí un reto tan complicado como bonito: un derbi ante el Bidasoa Irun.

El pabellón Artaleku, ya con público en sus gradas, será el escenario del comienzo de competición para los navarros. Este sábado a las 20.00 horas, y ante las cámaras de LaLigaSportsTV, Anaitasuna se lanzará a una nueva aventura donde el objetivo no está marcado de primeras, pero donde la premisa pasará sin duda por competir, por vaciarse en cada partido, por practicar el mejor balonmano y, siendo ambiciosos, por mejorar el décimo puesto obtenido la pasada campaña y mirar lo más alto posible.

La plantilla del Helvetia está preparada para emprender esta nueva etapa del camino. Las sensaciones son buenas, en el grupo reina la confianza y el buen humor, pero una vez suene la bocina, la concentración y la atención estarán puestas únicamente en el juego, en el rival y en sumar a toda costa los dos primeros puntos de la temporada.

El Bidasoa, vigente subcampeón de Liga, lleva años armándose con el objetivo de pelear por los puestos altos, de pugnar por la competición europea, de ser una alternativa lo más realista posible en una competición donde el Barcelona es el dueño y señor de todo. Y así continuará siéndolo.

Las cinco bajas que ha sufrido, con piezas importantes como Sergio de la Salud, Iker Serrano o Adrián Crowley, las ha suplido con las incorporaciones de hombres como el central Adrián Fernández, el lateral izquierdo Víctor Rodríguez, el extremo izquierdo Dariel García o un jugador muy conocido por la afición navarra y que dejó una huella imborrable en los seis años que vistió la camiseta de Anaitasuna, tanto a nivel deportivo como personal: el pivote Ander Ugarte.

Dos de las piezas clave de su esquema, el pivote Julen Aginagalde y el central Jon Azkue, causarán baja por lesión para este primer partido ante el Helvetia. Aun así, el Bidasoa tiene armas más que suficientes para debutar con garantías en la Liga y una de ellas será sin duda su afición. Tras una temporada muy complicada, debido a la pandemia de coronavirus, el público regresará al pabellón irundarra en un partido oficial y cerca de 800 socios podrán vivir en directo el arranque liguero de su equipo.

Este primer choque ante el Bidasoa servirá para ver cómo responde en competición un Anaitasuna que apenas ha sufrido tres cambios con respecto a la temporada pasada. El conjunto de Quique Domínguez se ha reforzado con el brasileño Arthur Pereira en el lateral derecho, con el portero internacional argentino Juan Bar y con otro Gladiador, el lateral izquierdo Nicolás Bonanno, que precisamente procede del Bidasoa. Su última temporada vistió la camiseta irundarra, conoce bien la forma de trabajar de Jacobo Cuétara y seguro que para el primera línea será un partido especial. Emotivo.

En el Helvetia, la única baja asegurada para este comienzo liguero es la de Ander Torriko, que lleva ya cinco meses recuperándose de la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Parece que los otros dos jugadores que arrastraban molestias durante la pretemporada, los capitanes Carlos Chocarro y Antonio Bazán, podrán estar a disposición de Domínguez.

"Un derbi atractivo e ilusionante"

El técnico del Helvetia, Quique Domínguez, asegura que su equipo está ya “con ganas de empezar a competir” y más sobre todo cuando el comienzo es ante un Bidasoa Irun, un derbi que advierte será “muy duro”, pero a la vez “interesante, atractivo e ilusionante”. “Todos sabemos el nivel del rival en los últimos años, los objetivos altos a los que aspira, la plantilla que tiene y su presupuesto. Será un rival difícil para empezar, pero como otros muchos, ya que la temporada se presenta muy exigente y con un nivel parejo con otros equipos”. Domínguez, sin embargo, ve a sus jugadores “con un hambre terrible de hacer un gran papel”.