donostia - Coser cinco Tours en la pechera, no ya de manera consecutiva -hito único logrado por Miguel Indurain-, pertenece a la mitología y cuando no a la estirpe de los unicornios azules. Solo Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Bernard Hinault e Indurain han obtenido semejante logro en más de cien ediciones de la carrera. El Tour de Francia exige tanto que en ocasiones, dada su heráldica, su majestuosidad, su complejidad y su dificultad para ser interpretado, indescifrable tantas veces para tantos durante tantos años, se asemeja a un imposible. Chris Froome, cuatro veces campeón en los Campos Elíseos de París, se dispone a iniciar la larga marcha hacia la gloria del quinto, ese que otorga la inmortalidad. El británico amanece en el otro lado del Atlántico, en las alturas de Colombia, con la intención de impulsarse hacia París. Más de 8.500 kilómetros separan ambas realidades. La eternidad bien merece una distancia oceánica.

En el Departamento de Antioquía, donde se disputará el Tour de Colombia entre hoy y el próximo domingo, comienza su ajedrez Froome para tratar de recuperar el reinado del tablero después de que el pasado curso Geraint Thomas se hiciera con el trono en el Tour de Francia. Thomas no quiere ceder el paso al emperador Froome sin luchar. No habrá alfombra roja. El galés está dispuesto a defender palmo a palmo su mejor logro. Froome no solo deberá combatir en la carretera, de por sí un asunto peliagudo, más si cabe en el mayor escaparate del ciclismo, sino que también deberá encarar el duelo al que le reta Thomas, feroz como el dragón de la bandera galesa. Thomas no irá al Giro, el pensamiento que manejaba Froome -“le viene como anillo al dedo”, dijo el líder del Sky-, para tratar de desactivar a Thomas. El mensaje, aunque nítido, no ha calado en el último ganador del Tour, ajeno a los deseos de Froome.

también nairo y urán Así las cosas, Froome observa cómo su rival más competitivo puede ser su camarada, toda vez que muchos de sus adversarios más cualificados han apostado sin disimulo por la carrera italiana comprobado el cordón sanitario que ha impuesto el Sky alrededor del Tour. En Colombia, Froome y el Sky -en el equipo formará Jonathan Castroviejo-, buscarán el primer contacto con la competición. El británico lleva tiempo aclimatándose para participar en el Tour de Colombia, que se balancea en la altitud. La carrera colombiana, referencia del país, examinará el arranque de Froome, un competidor implacable.

A la presencia de Froome, acompañado por Egan Bernal, el colombiano dispuesto a heredar el latifundio del británico en el futuro, se sumará Nairo Quintana (Movistar), que sueña con ganar en París. Ambos confrontarán sus estados de forma antes de verse las caras en julio. Esa ruta también es la que pretende hacer Rigoberto Urán (Education First), segundo en la Grande Boucle de 2017, el Tour más apretado que agarró Chris Froome y, por ahora, su última conquista en los Campos Elíseos. En la nómina de participantes también sobresale la presencia de Miguel Ángel López (Astana). El colombiano fue tercero en la Vuelta y cerró el podio en el Giro del pasado año, el que supuso la victoria más sonada de Froome en 2018. En 2019, centrado única y exclusivamente en perseguir el Tour de Francia, el británico se sube a las alturas de Antioquía para atravesar el Atlántico con la mirada e imaginar París.