sangüesa - El ciclista belga Maxim van Gils (Lotto Soudal), de 20 años, consiguió ayer en Sangüesa el pleno de victorias de etapa para su equipo tras la conseguida en la jornada inaugural por su compañero Arne Marit.

El de ayer fue un día con un guion distinto al del miércoles pero con calcado final. Mientras en el primer día la escapada de los italianos Mattia Soprana y Gabriele Porta -acompañados en gran parte de su aventura por Abel Franco- marcó el transcurrir de la etapa, la aparición en el día de ayer de la montaña desembocó en una divertida intentona por parte de varios grupos de corredores que intentaron la victoria en solitario pero que no pudieron culminar su jugada.

Axel Narbonne (Aix en Provence), Jokin Sarasola (Eulen), Adne Ihle (Dare) y Marc Buades (Telcom) fueron los primeros en despegarse de un pelotón que marchó agrupado en dos bloques durante la primera centena de kilómetros.

El grupo de cuatro, del que en la primera subida a Leyre se descolgó Buades, llegó a marcar un minuto de distancia con el grueso de los demás ciclistas, que quedaron absorbidos en el segundo paso por el alto de Aibar, donde comenzó la segunda parte de un circuito que encadenaba Aibar, Javier y Leyre pasando por la meta volante de Sangüesa.

Fue en la segunda de las tres ocasiones que tuvieron que pasar por el arco de meta de la localidad cuando Adine Holter (DARE) y Camilo Andrés Castro (AV Villas Auteco), que intentaron la ofensiva algunos kilómetros antes, llegaron a marcar el minuto de distancia frente a los perseguidores cuando el cuentakilométros llegaba a la centena.

Sin embargo, la segunda y última subida a Leyre mermó las opciones de Holter y Castro, quien vieron que cuando se les acababan las fuerzas era Jefferson Cepeda, del Caja Rural, quien se marchaba en solitario atacando en la bajada de Leyre y enfilando ya la llegada en llano a Sangüesa.

Los diez segundos que llegó a mantener el campeón de Ecuador del pasado año y actual campeón panamericano no fueron suficientes ante el trabajo del Lizarte y el Lotto Soudal, que aumentaron el ritmo del pelotón y provocaron una llegada masiva en un final de etapa complicado, donde a 500 metros de la meta había una curva de 90 metros a izquierda y el paso por un puente estrecho antes de afrontar una ligera subida por la Calle Mayor de Sangüesa.

En esa mínima pendiente fue donde se hizo grande Van Gils, que se impuso a Miguel Ángel Ballesteros (Valverde Team) y a Roger Adriá (Lizarte), demostrando de nuevo la velocidad residente en los ciclistas del Lotto Soudal, que continúa a lo suyo en esta Vuelta. El filial del equipo de categoría UCI Pro Team va a lo suyo, y ha cumplido de nuevo los deberes ganando las dos primeras etapas de la ronda navarra, tal y como lo hizo en la edición del pasado año.

Cumplido ya el objetivo por segundo año consecutivo, la escuadra belga se da por satisfecha con las dos victorias parciales y solo le quedará ser testigo del devenir de la general, cuyos favoritos se irán perfilando hoy en una etapa donde aparecen los primeros puertos de categoría, que se erigirán como jueces evaluadores de la resistencia de unos ciclistas a los que pueden comenzar a pesarle los kilómetros recorridos.