alto de 2ª a 25 de meta. La primera etapa en línea de la Vuelta 2019 se presenta como una de las pocas ocasiones para los velocistas (también pocos) que participan. Pero para poder pugnar por la victoria deberán superar el escollo del Alto de Puig Llorença, cuya cima está a 24,8 kilómetros de la meta, un muro en el que clasicómanos decididos pueden reventar el pelotón, porque son 3 kilómetros al 9,5% de pendiente media. La intención de los organizadores de que la carrera no tenga tregua ningún día podría cumplirse hoy si alguien se anima a liarla en esos últimos kilómetros.