Pamplona - Finalizado el Tour Down Under y recuperado para la causa Richie Porte, o eso dijo el australiano después de regresar al camino del triunfo, el eje gravitatorio del ciclismo cabecea hacia Europa. La Challenge de Mallorca, que comenzará mañana y finalizará el domingo, será el punto de encuentro de muchos equipos que disputarán la primera prueba clásica. La Challenge pertenece a ese ciclismo anterior a la gran globalización. En las carreteras de la isla echará a rodar buena parte del pelotón. A diferencia de tiempos pretéritos, la Challenge de Mallorca no es un lugar para buscar la forma sino para entrar en tromba en competición. La Fundación Euskadi estará presente en las cuatro clásicas que componen la prueba para alcanzar lo antes posible un nivel competitivo en el estreno de categoría. Los daños provocados por el paso de la borrasca Gloria ha obligado a la organización a realizar algunos cambios en el recorrido del trofeo Serra de Tramuntana (Sóller-Deià). - C. Ortuzar