OSASUNA MAGNA Asier, Dani Zurdo, Linhares, Roberto Martil y Rocha -cinco inicial-. También jugaron Juninho, Carlos Vento, Ion Cerviño y Josu Mendive.

VIÑA ALBALI VALDEPEÑAS Edu, Catela, Lemine, Humberto y Lolo -cinco inicial-. También jugaron Geraghty, Matheus, Batería, Rafael Rato, Chino y Nano.

Goles 1-0, m.19: Linhares; 1-1, m.20: Catela; 2-1, m.21: Dani Zurdo; 2-2, m.27: Chino; 3-2, m.34: Juninho; 4-2, m.35: Martil; 4-3, m.39: Chino.

Árbitros Alberto Centeno Bono y Jordi Centeno Bono. Mostraron amarillas a los locales Vento, Rocha; y a los visitantes Catela, Batería y Rafael Rato.

Pabellón Anaitasuna. 1.650 espectadores.

- Con nervios, tensión, mirando constantemente al marcador, al tiempo que restaba... Así acabó ayer el partido entre Osasuna Magna y el Valdepeñas. Así y con tres puntos que los navarros sumaron a su casillero tras vencer, con enorme competitividad y entrega, a un rival que se plantaba segundo en Pamplona y que se vio sorprendido por un equipo que fue a por el triunfo desde el segundo uno. Que le plantó cara con descaro. Que llevó la iniciativa en varios momentos. Y que hizo volcarse a una afición que ayer respaldó de nuevo a los suyos, a pesar de ser festivo.

La fiesta estuvo en la pista. Con un Osasuna Magna que siempre se adelantó en el marcador, que no se vino abajo cuando el adversario se acercaba con peligro y que fue capaz de jugar de tú a tú a una plantilla con una pléyade de nombres como Batería, Chino, Edu o Catela.

Fue un triunfo coral. Basado en el trabajo de equipo. Pero con jugadores que están asumiendo un papel relevante, léase Linhares o Dani Zurdo. Y otros que han dado un paso adelante antes de tiempo, pero con determinación, como es el caso de Ion Cerviño o Josu Mendive.

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La primera ocasión clara llevó la firma de Linhares. El brasileño no pudo rematar con claridad una falta botada al borde del área. También de estrategia lo intentaba Dani Zurdo, pero Edu -que protagonizó intervenciones de mérito- estuvo muy acertado.

El Xota circulaba el balón con rapidez, procurando no dejar pensar a un Valdepeñas que también exhibía el peligro que se le presupone. Antes de que Geragthy la mandara alto, un Ion Cerviño con hambre de gol dispuso de una doble ocasión. Más tarde, una jugada personal de Josu Mendive por la derecha no encontraba con claridad a Juninho.

Asier también tuvo trabajo, sacando con el pie un balón a Lemine, y poco después Juninho la volvía a tener, pero el balón se quedaba atrás.

Tras una primera parte donde las mejores ocasiones fueron verdes y donde Valdepeñas también pudo hacer mucho daño, llegaba el 1-0. Al borde del descanso y obra de Linhares. Su tiro pegó en un rival, pero se coló en la portería del meta portugués. Era el minuto 19 y poco duró la alegría porque Lemine, acto seguido, anotaba con su pierna izquierda y empataba el choque.

El segundo tiempo no pudo empezar mejor para los navarros. Dani Zurdo, muy activo y desequilibrante ayer, sorprendió con un zurdazo tras un pase de espaldas de Rocha que se convirtió en el 2-1.

Dani Zurdo, jugador de Osasuna Magna, tras el triunfo ante el Valdepeñas

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Valdepeñas vio que su oponente iba en serio y no dudó en lanzarse a por la igualada. Chino lo intentó y su tiro se fue a la cruceta. Asier también se tuvo que emplear para detener otra ocasión suya, pero no pudo hacer nada en el m.27. El exjugador del Xota ponía el 2-2 de un disparo cruzado.

El equipo de Irurtzun no perdió su gen competitivo. Siguió buscando la meta rival con rápidas transiciones. Intentando sorprender. Y, tras un susto de Catela al botar una falta, Juninho levantaba Anaitasuna con el 3-2 tras aprovechar un rechace. La alegría creció poco después, cuando Roberto Martil se unió a la fiesta al poner el 4-2 tras picar el balón magistralmente.

Faltaban cinco minutos para el final del partido y David Ramos se puso nervioso. Optó por el juego de cinco para tratar de rascar algo positivo. Pero el Xota estaba enchufado. Protagonizó unos minutos vibrantes, enfrentándose sin complejos al grande, asumiendo el papel de gigante, defendiendo y aunque Chino acortó y colocó el 4-3, el partido ya estaba sentenciado. La victoria, la fiesta, se quedaba en casa.