Los médicos expertos en nutrición y deporte están aburridos de decirlo y de que nadie les haga caso: las barritas energéticas son peores que, por ejemplo, un plátano o un puñado de frutos secos, y solo dos latas de refrescos para deportistas tienen más azúcar del que hay que consumir en todo el día (aparte de que presumen de reponer minerales, pero se suelen dejar alguno importante fuera de la fórmula). Estamos viviendo un auténtico boom de los deportes de gran sacrificio, de exprimir los cuerpos al límite, pero resulta paradójico meter tantas horas y hacer tanto esfuerzo, y no dedicar apenas tiempo a enterarse de lo que es sano y recomendable. Sobre todo porque si uno no busca la información en su propio beneficio, es presa segura de la publicidad de tal o cual bebida y tal o cual producto energético. Hacer entrenamientos de elite, utilizar equipación de elite... y decidir comida y bebida por el último anuncio en la tele.