pamplona - Inusual panorama el que está viviendo el Iruña en los dos últimos cursos. El cuadro verde ha pasado de terminar la pasada temporada en segunda posición en el grupo XV de Tercera División, a verse, en tan solo unos meses, luchando por no descender a Regional Preferente. Un drama para todo un filial del Club Atlético Osasuna.

La pasada campaña supuso un punto de inflexión al proyecto del Iruña. Tras pelear durante por el campeonato liguero con la Unión Deportiva Mutilvera, el cuadro pamplonés terminó el año con la opción de jugar la fase de ascenso a Segunda División B. Sin embargo, el descenso de Osasuna Promesas les obligó a descender a Primera Autonómica a causa de su relación de filialidad, lo que provocó un éxodo masivo de sus jugadores a diversos conjuntos de Tercera División, especialmente al primer filial rojillo.

Al comienzo de la presente temporada, y con Íñigo Izpura como capitán y único superviviente en la plantilla de la pasada campaña, el Iruña afrontaba la nueva competición con una plantilla muy renovada pero con la máxima esperanza de situarse en los puestos cabeceros de la clasificación.

“Somos un grupo totalmente nuevo, ya que sólo me mantengo yo del año pasado, lo que ha hecho que nos costara mucho arrancar al principio”, asegura Íñigo Izpura.

Sin embargo, el propio capitán advierte que, “a pesar de los resultados y de la situación clasificatoria”, el Iruña va a terminar el año peleando por los puestos altos, ya que “consiguiendo una mayor solidez defensiva se va a plasmar sobre el césped que poco a poco vamos disfrutando más”. - M.O./I.l.