BRASIL. Casi un año después del agónico partido contra Nigeria en el Mundial de Rusia 2018, la selección de Argentina vuelve a estar en la misma encrucijada fatal al borde del precipicio en la Copa América de Brasil 2019, un "déjà vu" sombrío que deja un nudo en la garganta a los argentinos.

Se trata de dos momentos casi idénticos separados por 361 días y más de 12.400 kilómetros de distancia donde carcome la incertidumbre por que el final apoteósico del primero ante Nigeria se repita ahora con prácticamente los mismos protagonistas frente a Catar, rival de este nuevo partido crítico para Argentina.

Tanto el año pasado en San Petersburgo como ahora en Porto Alegre (Brasil), la aplastante presión que se cierne sobre la Albiceleste era y es evitar el fracaso histórico que representa caer eliminada a las primeras de cambio de un gran torneo.

Argentina llega a la última jornada de fase de grupos de la Copa América con solo un punto de seis posibles, igual que hace un año en el último partido del Grupo D de la Copa del Mundo y prácticamente con idénticos resultados ante rivales muy similares.

En Rusia venía de empatar 1-1 con Islandia y de perder 0-3 con Croacia, mientras que ahora en Brasil comenzó perdiendo por 0-2 contra Colombia y sacó un empate a un gol contra Paraguay.

Así en San Petersburgo la Albiceleste estaba obligada a ganar a Nigeria y ahora su rival es Catar, el vigente campeón de Asia en plena preparación de su equipo para ser un anfitrión competitivo en el Mundial de 2022.

La Albiceleste sacó el partido contra Nigeria a la heroica, con un gol del defensa Marcos Rojo a falta de cuatro minutos para el partido final, ya que los nigerianos habían igualado previamente el tanto inicial de Lionel Messi.

Todo ello ayudado por la victoria (1-2) de Croacia sobre Islandia, pues el triunfo del equipo nórdico sobre los balcánicos hubiese dejado igualmente fuera del Mundial a Argentina.

Como entonces, a los argentinos prácticamente solo les vale el triunfo ante Catar para no complicarse la existencia. Un empate les haría depender de otra carambola para pasar a los cuartos de final de la Copa América consistente en que Colombia gane a Paraguay por más de dos goles en el otro partido del Grupo B.

En el cuadro argentino están prácticamente las mismas caras largas y taciturnas que se veían en los días previos al partido contra Nigeria, propias de una presión descomunal que por momentos puede asfixiar.

No hablan. Mutis por el foro. El hermetismo es casi absoluto y solo abren la boca en las vísperas de los partidos para las conferencias de prensa oficiales, por órdenes del guión que marca la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).

Ahí vuelve a estar Messi a la cabeza de esta selección donde también repiten situación Otamendi, Tagliafico, Agüero, Acuña y Lo Celso, entre otros. En el banquillo ya no está Jorge Sampaoli pero sí Lionel Scaloni, que era el ayudante de 'Sampa' en la Copa del Mundo.

Este "déjà vu" resume la zozobra que vive la Albiceleste desde hace unos tres años y que se ha acrecentado en estos últimos doce meses donde después del Mundial apenas no ha podido ganar a ningún rival de entidad en los partidos amistosos que ha disputado.

Ganó a Guatemala (3-0), Iraq (0-4), Marruecos (0-1), Nicaragua (5-1) y dos veces a México por 2-0, empató contra Colombia (0-0) y perdió frente a Brasil (0-1) y Venezuela (1-3), en un periodo donde Messi se tomó un descanso de la selección y solo volvió para preparar la Copa América.

Si el "déjà vu" tiene el mismo final que en Rusia, este puede prolongarse, pues la machada contra Nigeria solo sirvió después para que Argentina fuese eliminada en los octavos de final del Mundial por Francia (4-3), que a la postre sería la campeona del torneo.

De pasar a los cuartos de final de esta Copa América como tercera del Grupo C, es muy probable que a la Albiceleste le toque medirse con la anfitriona Brasil en Porto Alegre, la misma ciudad donde este domingo juega con Catar.