Atlético Madrid3

Eibar2

ATLÉTICO MADRID Oblak; Trippier, Giménez, Hermoso, Lodi; Marcos Llorente (Vitolo, m. 46), Koke, Saúl; Lemar (Riquelme, m.77); Joao Félix (Thomas, m.83) y Diego Costa.

EIBAR Dmitrovic; Tejero, Sergio Álvarez (Paulo Oliveira, m. 54), Ramis, Arbilla; Edu Expósito, Diop; Pedro León (Correa, m.85), Orellana, Inui; y Charles (Kike García, m. 63).

Goles 0-1, m. 7: Charles. 0-2, m. 19: Arbilla. 1-2, m. 27: Joao Félix. 2-2, m. 53: Vitolo. 3-2, m. 90: Thomas.

Árbitro Jaime Latre (C. Aragonés). Amonestó a los visitantes Inui (m. 3), Orellana (m. 15) y Dmtrovic (m. 68).

Estadio Wanda. 56.664 espectadores.

madrid - El Atlético de Madrid irrumpió con toda la ambición, la voracidad y la insistencia del mundo en el liderato de la Liga, realzado por la épica de una remontada de dos goles en contra frente al Eibar, que culminó en el minuto 90 Thomas Partey para completar la rebelión iniciada por Joao Félix y Vitolo.

Como tantos partidos así, de tanta emoción, el equipo rojiblanco acabó en su área, defendiendo una victoria cuyo valor es incalculable, porque tenía el partido perdido en el minuto 18, con dos goles en contra, y porque se sobrepuso con la potencia, la intensidad y la fe de un bloque que se siente aspirante al título.

El Atlético tiene algo que no tenía antes. Ni Antoine Griezmann garantizaba tanto en el último lustro lo que sí, por lo menos hasta ahora, expone Joao Félix: una condición decisiva sea cual sea el panorama a su alrededor, juegue como juegue su equipo, esté enfrente al rival que sea o incluso haya contactado con el balón poco o nada.

El luso apareció en el minuto 27, ya con 0-2, pero cuando ocurrió lo hizo para relanzar a su equipo. La continuó Vitolo. Otra vez suplente para Simeone. Y otra vez determinante para el Atlético. Al descanso, recurrió a él. En siete minutos, él, como en Leganés, firmó el gol, con la definición que también incluyen sus numerosas cualidades. Con el exterior culminó la vertiginosa carrera de Lodi, otro hombre más que interesante. Insistió el Atlético hasta que encontró lo que parecía entonces casi imposible, el 3-2 marcado por Thomas.