En un párrafo

lfútbol profesional masculino español decide jugar lo que queda de Liga, y en el femenino, que se ha suspendido, hay quien se queja de machismo. Ojalá fuera cierto, porque se arreglaría fácilmente: un tirón de orejas a cada responsable y rectificación inmediata de esa discriminación... Pero no, no es verdad y, por desgracia, no tiene solución: el motivo es solo económico (y, por cierto, a los jugadores y a sus familias no les hacen ningún favor). Por jugar once jornadas, La Liga va a ingresar -según explicó el propio Tebas- 650 millones, y por esa cifra sale muy a cuenta regresar, aunque haya que hacer (y pagar) varios tests semanales de coronavirus, desinfectar estadios, etcétera. Y algo parecido -a otro nivel- le sucede a la ACB. Las demás competiciones, masculinas o femeninas, no se juegan tanto dinero, ni pueden afrontar esos gastos, y por eso se están suspendiendo. Como resumiría el otro: “¿Machismo? No, es el mercado, amigo”.