Esta Eurocopa ha dejado momentos inolvidables para el aficionado y para los propios protagonistas.
El abrazo de Carvajal y Yamal. La primera asistencia de Lamine Yamal en una Eurocopa para enmarcar, acabó en gol de Dani Carvajal a Croacia en el debut, extendiendo su dulce momento goleador tras ser protagonista en la final de la Liga de Campeones con el Real Madrid. Era el día del desquite de Carvajal. Al fin en el escenario de una Eurocopa que se le había resistido en dos ediciones pasadas por culpa de las lesiones. Su primer partido fue inolvidable. Con gol y una celebración dirigiéndose en su carrera hasta la banda derecha donde estaba Yamal para fundirse en un abrazo de agradecimiento. Para muchos Real Madrid y Barcelona abrazados. La realidad, dos compañeros de equipo que defienden a su país, unidos en perfecta sintonía.
El pasillo de los entrenadores. Se convirtió en costumbre un gesto de respeto y agradecimiento del seleccionador Luis de la Fuente junto a todos los integrantes del cuerpo técnico. La primera vez que se produjo fue en el Olímpico de Berlín, tras un estreno repleto de autoridad, endosando un 3-0 a la siempre combativa Croacia, brillante en los últimos grandes torneos y que inició su desplome superada por España. Los jugadores, felices por un impactante estreno que ya les permitió entrar en el grupo de selecciones favoritas, donde nadie había contado con España, atravesaron un pasillo antes de entrar a los vestuarios realizado por todo el cuerpo técnico y personal que trabaja en el día a día de la selección española. Una muestra de admiración y sobre todo agradecimiento por el esfuerzo realizado en cada partido.
La exhibición de Nico Williams ante Italia. El impacto de Nico Williams en el torneo entró en otra dimensión en el segundo encuentro de la Eurocopa con su exhibición ante Italia. Volvió loco al lateral Di Lorenzo con sus cabalgadas, bicicletas y regates en el costado izquierdo. Apareció todo el partido hasta que generó la acción del gol en propia puerta. La mayor exhibición futbolística del torneo de España fue la que obtuvo una recompensa menor en el resultado. Nico, mejor jugador del partido, protagonizó su mejor partido como internacional.
La calma de Rodri. El primer momento de duda de España duró poco pero dejó unos minutos de incertidumbre. Georgia, con un planteamiento defensivo y saliendo con velocidad al contragolpe, alimentó su ilusión en dar la sorpresa de octavos cuando un centro desde el costado derecho lo despejó dentro de su portería Robin Le Normand. Era el momento de la aparición de un líder y Rodri es el gran jefe de España. Su figura se ha dimensionado desde el adiós de Sergio Busquets a la selección. Pidió el balón, lo pisó y con las dos manos hizo gestos a sus compañeros de calma. Fue el autor del tanto del empate con un zurdazo pegado al poste desde la frontal del área. Cambió el rumbo para impulsar una goleada. Doce años después se superaba un cruce sin necesidad de prórroga ni penaltis.
Piedra, papel o tijera de Yamal y Nico. A esas alturas ya eran dos de los grandes protagonistas de la Eurocopa. Inseparables Lamine Yamal y Nico Williams, trasladaron al terreno de juego su conexión de fuera, en las largas horas de concentración. En el encuentro ante Georgia bailaron juntos, pero sobre todo sorprendieron al mundo con un pique de los que tenían a todas horas delante de millones de personas que seguían en todo el mundo el encuentro. Había acabado el partido y antes de celebrar buscaron una botella de agua. La consiguió Yamal y no quedaba mucho. Decidieron jugarse a piedra, papel o tijera quien bebía primero.
El vuelo de Mikel Merino. El tanto 119 queda marcado para la eternidad en la conquista de la Eurocopa 2024. El momento en el que España destrozó el reto del anfitrión, el dato demoledor con el que nunca en un gran torneo había superado al país que acogía el torneo. Y lo hizo ante una Alemania poderosa, levantándose del golpe de ver ganado el duelo y recibir un tanto en el minuto 89. El castigo a una segunda parte en la que reculó para acabar achicando como pudo las oleadas ofensivas germanas. El vuelo de Mikel Merino en el 119 en el mismo estadio donde había marcado su padre para Osasuna. El testarazo impecable a la escuadra. La misma celebración. Los regalos del fútbol a sus protagonistas.
La patada de Kroos a Pedri. La imagen dura del partido, además del fin de la carrera de uno de los mejores centrocampistas de la historia del fútbol, Toni Kroos, la dejó con una entrada desmedida alejada de su identidad como futbolista. Alemania fue al límite como arma para sacar a España del encuentro. Eran los primeros minutos de cuartos de final y Kroos midió mal. Pedri había comenzado enchufado, con un disparo a puerta buscando el gol, y su segunda aparición lanzó un contragolpe que fue frenado en seco con una patada que lo lesionó. El impacto en una pierna provocó una mala pisada con la contraria. Sintió que algo le fallaba en la rodilla. Un esguince de rodilla le dejó fuera de combate para toda la Eurocopa.
El gol histórico de Yamal. Aún no había cumplido 17 años, se sacó cuarto de la ESO mientras jugaba un torneo que por edad jamás habría soñado con jugar, pero Yamal dio el salto de calidad en semifinales. Si todo lo que había apuntado ya le convertía en el mejor talento joven del torneo, lo protagonizado ante Francia le llevó a otra dimensión Cuando España perdía la levantó con el gol español del torneo soltando un zurdazo lejano con una trayectoria impecable a la escuadra.
El manteo a Luis de la Fuente. Hasta el último momento le salieron bien al seleccionador español cada decisión que tomó. España asumía un último reto sin su referente, Rodri, cambiado al descanso por lesión. Había sido empatada por Inglaterra y como en cada encuentro De la Fuente mostró confianza en Mikel Oyarzabal. El agradecimiento de unos jugadores que fueron familia con su entrenador en un manteo en el césped del Olímpico de Berlín radiantes de felicidad.
El sueño hecho realidad de Morata. Vivió en efervescencia todo el torneo, sintiendo la enorme responsabilidad de una capitanía que ejerció a la perfección dentro pero que no trasladó a sus declaraciones en entrevistas personalizadas que generaron ruido. Se impuso a si mismo tanta presión que algún encuentro lo acabó entre lágrimas en el banquillo tras ser sustituido. El momento de gloria le esperaba al fin del camino y el éxito lo cura todo. Tras anunciar que meditaba firmemente dejar la selección al final de la Eurocopa, se convirtió en el sucesor de Iker Casillas en recoger el trofeo, abrazarlo, besarlo, trasladarlo y alzarlo al cielo de Berlín.