3 de agosto, 03:30 horas, suena el móvil: tu hijo está camino del hospital, le han propinado una paliza. Comienzan horas de angustia y días duros.

Varios jóvenes habían ejecutado un linchamiento. Ante la gravedad de los hechos, y viendo que se acercaban las fiestas patronales, pensé (ilusa de mí) que esos hechos de matones-justicieros deberían tener una rápida y contundente respuesta de difusión y rechazo por parte del Ayuntamiento, como han hecho en otros casos.

Pero parece que este suceso queda fuera de sus protocolos, ya que no es un caso de género, ni violencia LGTBI+, ni un caso de racismo... ¿Su objetivo ha sido tapar la agresión? Me resulta de lo más doloroso.

Esos jóvenes han hechos sus fiestas, no como mi hijo, y yo y los de casa hemos intentado tirar hacia adelante de la forma que hemos podido. Me han venido muchas veces a la cabeza los padres de los posibles agresores, y a lo mejor también les tocará sufrir. Me solidarizo con ellos.

No me han faltado el calor y los ánimos de muchos leitzarras, a quienes agradezco el apoyo que no me han brindado las instituciones. De corazón, mil gracias.

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*Los últimos tres párrafos son una traducción del texto original, redactado en euskera.

Baina badirudi gertakizun hau beraien protokoloetatik kanpo gelditu dela, ez da Genero, ez LGTBI+ biolentzia, ez arrazakeria kasua... Beraien helburua erasoa ezkutatzea izan da? Oso mingarria egin zait.

Gazte hoiek festak egin dittuzte, semeak ez eta ni ta etxekiak ahal genuen moduan aurrera egiten saiatu gara. Burura askotan etorri zaizkit erasotzaile posibleen gurasoak eta beharbada hauei ere sufritzea tokatuko zaie, beraikin nago.

Leitzar askoren berotasuna eta animoak ez zaizkit falta izan eta instituzioek eman ez didaten babesa eskaintzeagatik, nire eskerrik beroena. Bihotz bihotzez, esker mila.