pamplona - Llega la primera gran cita para Osasuna Magna. La hora de soñar. La Copa de España es la competición de la ilusión. La oportunidad de los equipos modestos de eliminar a los grandes y alcanzar el Olimpo. Y con esa ambición llega el equipo de Imanol Arregui a su 14ª participación.

Osasuna Magna sabe lo que le ha costado llegar, después de encarar la quinta jornada de Liga con sólo un punto. Una remontada espectacular le llevó a meterse entre los ocho primeros al final de la primera vuelta. Y gracias a eso, hoy espera el Peñíscola (19.00 horas, Teledeporte). Si no se gana, no hay mañana. Es un partido a una carta, donde hay que arriesgar desde el principio. Y eso lo hace siempre diferente.

El equipo navarro llega en un gran momento de forma, como muestra su evolución en la Liga. Tercero en la clasificación y con una racha de catorce victorias y cuatro empates en los últimos 19 partidos, Osasuna Magna quiere dar continuidad a las buenas sensaciones y seguir con esa dinámica ganadora en la Copa.

Es la eliminatoria más igualada de las cuatro, la que evita a uno de los grandes. Sin embargo, el Peñíscola será un hueso duro. Actualmente es octavo en la Liga. Regresa este año a la competición copera tras su ausencia la pasada temporada con la ilusión de vencer a un Osasuna Magna que sólo piensa en alcanzar las semifinales por quinta vez en su historia.

El precedente en la Liga sonríe al equipo navarro. Osasuna Magna y Peñíscola empataron en la primera jornada de Liga en Anaitasuna (2-2) y los hombres de Imanol Arregui ganaron a domicilio (1-3). Pero la Copa es otra historia y nadie se fía del favoritismo que le dan los resultados. En una eliminatoria a partido único, los partidos son trepidantes. Cada acción puede ser decisiva. Los dos equipos tienen experiencia al respecto. La de Osasuna Magna viene de lejos. Trece participaciones en el palmarés, con cuatro pases a semifinales. El equipo navarro afronta, además, la novena participación de forma consecutiva. Un ejemplo de regularidad.

Ahora es el momento de desafiar al destino. El equipo navarro quiere llegar lejos. En el ADN del Xota está la ambición. Su juego vertical y su descaro se tienen que ver en la pista. Pero llegar a una final significa siempre superar dos escollos. El primero es el Peñíscola. El segundo sería el ganador del partido entre el líder, el Barcelona, y el vigente campeón, el Jaén.

todos en condiciones Imanol Arregui tiene a todos los jugadores disponibles y lleva también a dos jugadores de la cantera: Íñigo Iribarren y una de las promesas del club, Ángel Mari Villar.