pamplona - François Beoringyan es licenciado en Educación Física por la Universidad París XI Sud (Francia) y máster en Preparación Física de Alto Rendimiento, entrenador de atletismo del club Grupompleo y preparador físico de deportistas de elite (1ª y 2ª División de fútbol y balonmano). Como entrenador, se preocupa por sus deportistas, se implica en los entrenamientos y forma parte de los éxitos, medallas y récords que engrosan el palmarés del club Grupompleo. François también aspira a llevar a sus deportistas a lo más alto siempre y cuando las ganas y la ilusión puedan más que nada.

¿De dónde viene y cómo llegó a Pamplona?

-Soy del Chad. A los 4 años me fui con mi padre y mis hermanos a Francia porque a mi padre le dieron una beca para estudiar. En Pamplona ya llevo 16 años, es mucho tiempo. Vine aquí por mi pareja de aquella época, que era de Pamplona y tomé la decisión de venirme.

¿Cómo empezó en el atletismo?

-Empecé en Francia a los 9 años. Al principio hacía un poco de todo pero poco a poco me fui especializando en el salto de altura porque soy muy alto y se me daba mejor. Lo estuve practicando hasta los 35 años y a la vez también entrenaba, pero a partir de los 35 solo me dediqué a entrenar a otros.

¿Cuando se retiró como atleta fue cuando comenzó a entrenar?

-No, antes. Empecé pronto a entrenar porque estudié INEF en Francia y en los últimos años ya fui entrenador a la vez que atleta. Acabé la carrera en el 2000 y como en Francia nos obligaban a entrenar a chavales y además era mi especialidad, empecé desde la universidad. Fue entonces cuando llegué a Pamplona y seguí compaginando mis dos pasiones.

¿Consiguió algún título importante durante su época de atleta?

-Lo máximo a lo que llegué fue a internacional con la selección del Chad y participé en los Juegos Africanos. Competía en Francia y era bastante mayor así que nunca llegué a podio, pero sí que obtuve buenos puestos.

¿A quién entrena ahora mismo?

-Soy responsable de salto de altura y de vallas. Actualmente de los atletas a los que entreno destaca Izaskun Turrillas, oro nacional sub-23 y plata en el absoluto en altura; y Nerea Bermejo, plata en el 200 absoluto; y Asier Martínez en vallas, o Iosune Erice, entre otros.

¿Qué es lo que más le gusta de ser entrenador?

-Entrenar y el atletismo me encanta todo en su conjunto Si no me apasionara no lo haría porque no es una profesión que te dé de comer. Todo lo que rodea al deporte me gusta. Y todo lo que es compartir mis conocimientos tanto técnicos como del tema físico me encanta.

Además de entrenador, es preparador físico e incluso tiene a su cargo un gimnasio.

-A raíz de esto que he dicho anteriormente hice un máster en educación y preparación física y a partir de ahí tuve la idea de centrarme más en el mundo de la preparación física. Lo que pasa es que este mundo digamos que no está abierto del todo y al final yo me muevo entre una cosa y otra. Ahora mismo soy gerente-dueño del gimnasio Urbanitas. Es un gimnasio normal donde se imparten diferentes actividades y también lo utilizo un poco como mi sede para el tema de la preparación física.

¿Cómo compagina ambas cosas?

-La verdad es que de maravilla. Tengo la suerte de ser mi propio jefe y poder organizarme como mejor me convenga. Cuando tengo que ir a entrenar tengo a gente estupenda que se queda en el gimnasio.

Además de todo esto también es dj.

-Sí, bueno, eso es una gran afición que tengo desde siempre y la tengo algo apartada porque no me da para todo y mucho menos para dedicarme a la música de manera profesional. He llegado bastante lejos, pero me lo tomo como un hobby.

¿Qué opina de ser entrenador de un club de casa, modesto, y que al mismo tiempo está teniendo una progresión tan buena con éxitos y atletas con tan buena proyección?

-Lo primero que sientes es orgullo, porque estamos obteniendo títulos a nivel nacional y también internacional. Lo que me hace sentir aún más orgulloso es conseguir todo esto a pesar de los medios que tenemos en Pamplona. Es cierto que están bien, pero no son los que tiene un club grande o cualquier centro de alto rendimiento. No tenemos pista cubierta y hay muchas cosas que no tenemos. El Pamplona Atlético me ha acogido desde el principio. No es fácil porque el atletismo no es un deporte que te da de comer y por eso todos los que estamos aquí estamos de verdad por afición y por pasión. Nos cuesta mucho por lo menos a nivel económico.

¿Cómo son las instalaciones de Pamplona?

-Las instalaciones que tenemos al aire libre son muy buenas, y además ahora la pista es nueva. Lo que pasa es que Navarra es una zona donde por lo general no hace buen tiempo y estamos un poco sujetos a la climatología. No poder entrenar a cubierto es un hándicap respecto a otras comunidades. En el caso de Izaskun Turrillas, por ejemplo, es una chica que obtiene buenísimos resultados en altura aun con las complicaciones que todo esto nos crea. Las condiciones que tiene en invierno para saltar son escasas porque no puede correr con su carrera completa y comparada con muchas de sus rivales está en unas condiciones bastante más inferiores.

¿Cómo ve el atletismo navarro en la actualidad?

-Llevo 16 años aquí y estoy alucinando de lo que está creciendo el atletismo en estos últimos años. El número de atletas, de escuelas, de gente que practica atletismo se ha multiplicado tanto que hasta el mismo estadio Larrabide se queda pequeño.

¿Qué objetivos tiene en mente para este año?

-Muchos. Por ejemplo, con Izaskun Turrillas, que ha quedado segunda en pista cubierta, tengo como objetivo que quede primera al aire libre, porque es una luchadora. En cuanto al gimnasio, en su día no iba demasiado bien, pero aposté por él y me está yendo muy bien. El objetivo es darle solidez y consistencia para poder dedicarme a otros proyectos. He puesto mucho esfuerzo, cariño y dedicación y quiero crear un concepto que englobe que cualquier persona normal pueda practicar deporte.