Madrid - Collin Richards será condenado a cadena perpetua el próximo 23 de agosto según las leyes del estado de Iowa (Estados Unidos), después de declararse culpable durante el juicio del asesinato de la joven el pasado 17 de septiembre.

“Hoy honramos la vida y la memoria de Celia Barquín al anunciar que se ha hecho justicia en su caso. Mi corazón está con la familia de Celia hoy, con la esperanza de que este resultado les brinde algo de confort”, señaló la fiscal del Condado de Story, Jessica Reynolds.

Según explica, el acusado, de 22 años, se ha declarado culpable de asesinato en primer grado, lo que previsiblemente hará que el juez le condene a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

La golfista cántabra, de 22 años, fue hallada muerta la madrugada del 18 de septiembre de 2018 en un campo de golf de la localidad estadounidense de Ames. Según los investigadores, falleció como consecuencia de las heridas producidas por un “arma blanca”.

Tras hallar el cadáver de la joven, un perro de la policía rastreó el olor de Barquín hasta un asentamiento de personas sin hogar junto a un arroyo cerca del campo de golf, donde Richards había estado viviendo en una tienda de campaña, según informó un denunciante anónimo.

Según este mismo individuo, que conocía al sospechoso, Richards había asegurado en los últimos días que tenía “el impulso de violar y matar a una mujer”. Un segundo conocido informó a la policía de que Richards llegó el lunes a su casa “despeinado, cubierto de sangre y arena y mojado”, y que después se fue.

En el campamento, los investigadores del crimen recuperaron unos pantalones cortos con manchas de sangre y un cuchillo que supuestamente Richards dio a otras dos personas después del asesinato. Estos dos mismos individuos estaban ayudando a Richards a salir de la ciudad, pero antes de marcharse pidió volver al asentamiento para recuperar su tienda de campaña. Fue en ese momento cuando los agentes encontraron a Richards con “varios rasguños recientes en la cara”, resultado de que la víctima se resistió, y “una profunda herida en su mano izquierda que trató de ocultar”. - E.P.