- Cuando comenzó internet y su velocidad de transmisión era penosa, el ajedrez tuvo sus meses de gloria con un eslogan que entonces era verídico: El único deporte que se puede jugar, o ver en directo, por internet. Muchos años después, y con motivo de la pandemia, bien podría presumir de ser el único que se puede jugar -de manera no virtual, sino real- en y desde casa.

El mejor ajedrecista navarro es Mikel Huerga Leache, Maestro Internacional de 30 años, quien en estos días de reclusión forzosa no deja de dedicarse a sus dos profesiones: la de prepararse como jugador -está más cerca que nunca de convertirse en Gran Maestro y entrar así en la elite mundial del ajedrez- y la de profesor online.

¿Cómo soporta un ajedrecista la reclusión forzosa en casa?

-En mi caso se me está haciendo bastante difícil, porque no salir de casa me resulta duro, pero no por el ajedrez. En eso tenemos una ventaja que no tienen los atletas: podemos seguir llevando una rutina bastante parecida. Tengo compañeros que dicen que ni notan que están en cuarentena. Es cierto que que las competiciones presenciales se han suspendido, como en todos los deportes, pero al menos las clases, que es a lo que yo me dedico, se siguen pudiendo dar online.

¿Ha cambiado algo estos días en su preparación como jugador?

-Sí. Al ser la cuarentena tan larga, me he animado a investigar aperturas nuevas que, en otras circunstancias, me habrían dado mucha pereza, porque es un trabajo bastante largo. Pero como parece que la cuarentena no se presenta corta me he lanzado a por ello.

¿Qué torneos que tenía en su calendario se han suspendido en estas semanas?

-Hemos perdido varios torneos internacionales de un día y, además, en Navarra se ha suspendido el de Paz de Ziganda, que es muy importante aquí. Y, claro, todos los torneos de Semana Santa, San Sebastián, La Roda... A ver si los de verano se pueden jugar.

¿Le preocupa que la crisis económica que va a provocar la pandemia afecte a los torneos cuando acabe la cuarentena?

-El riesgo existe. Uno de los problemas del ajedrez es que tiene muy poco patrocinio privado a clubes y jugadores, Es un deporte que prácticamente vive de las subvenciones. Entonces, cuando hay algun problema económico, el ajedrez es uno de los principales afectados. En la crisis económica de 2008 se notó muchísimo: un montón de torneos desaparecieron y otros que habían tenido mucho caché redujeron sus bolsas de premios a la mitad.

El último torneo que se disputó -y solo a medias, porque hubo que suspenderlo- fue el de Candidatos, en Rusia.

-Sí, y lo llamativo es esa suspensión, porque crea un problema: Teimour Radjabov renunció por el coronavirus y entró por él el francés Maxime Vachier-Lagrave, considerado por muchos aficionados como un jugador más fuerte. Hubo quien agradeció el cambio. Pero, claro, ahora que se ha cancelado el torneo, Radjabov pide que se respete su derecho a jugarlo.

Esta misma semana, el campeón del mundo, Magnus Carlsen, anunciaba un torneo 'online' con 230.000 euros en premios. Es el momento del ajedrez para demostrar que es el único que puede ofrecer competiciones de elite en una cuarentena.

-En el ajedrez está habiendo estos días un montón de iniciativas de torneos aficionados. No hay una gran inversión, pero los clubes se están moviendo para que la cuarentena se nos haga mucho más amena, con torneos casi todos los días. Y, por supuesto, ese torneo de Carlsen es muchísimo más importante, con una gran bolsa de premios, aunque, por lo que he visto, será un torneo cerrado, sin opción de una gran participación.

¿Están funcionando bien todos esos torneos en audiencias por internet y en participación?

-No del todo, porque falta unificación. Son torneos privados que organiza cada club, que es algo que está bien, porque sirven para que estemos entretenidos los ajedrecistas, pero estaría bien que las federaciones fijaran un calendario unificado. Por ejemplo, es algo que debería hacer aquí la Federación Española, aunque es difícil, porque no sabemos cuánto va a durar esta situación. Como se va va alargando de quince en quince días, no se puede planificar. Todos estamos a la expectativa.

¿En qué momento deportivo le ha pillado esta cuarentena?

-Estoy a falta de un último requisito para ser Gran Maestro: llegar a los 2.500 puntos Elo. En los últimos meses he tenido muy buena racha y he conseguido llegar a los 2.476. Es el momento en el que más cerca me encuentro de la meta, y ahora se trata de darle el último empujón para conseguirlo.

¿Sumar 24 puntos más es muy complicado?

-Pues... En los tres últimos torneos he sumado unos 25 puntos. Si siguiera con esta racha, en otros tres torneos podría conseguirlo. Pero, claro, en los torneos también tienes el riesgo de bajar puntos. Por tanto, hay que ir sobre seguro: ir bien preparado a los torneos, arriesgar poco y sumar buenos resultados poco a poco.

¿Qué puertas abre a un ajedrecista ser Gran Maestro?

-No abre muchas. Quizás que te inviten a más torneos, y que te pongan mejores condiciones, pero a los maestros internacionales también nos invitan a muchos torneos... Para mí, lo importante del título de Gran Maestro es que es el máximo a nivel mundial. Quiero conseguirlo, sobre todo, por satisfacción personal.

Ahora que mucha gente tiene tiempo libre, parece buena ocasión para aprender a jugar al ajedrez, o para mejorar. ¿Qué consejos daría a los neófitos?

-Les recomendaría que entrasen a Chess24, web que está ahora muy de moda, y que tiene una oferta completa: hace seguimiento de todos los torneos y hay juego las 24 horas. La cuarentena por el coronavirus es una buena oportunidad para que a la gente le vaya picando el gusanillo del ajedrez.

"La cuarentena por el coronavirus es una buena ocasión para que a la gente le vaya picando el gusanillo del ajedrez"

"Estoy más cerca que nunca de ser Gran Maestro, a 24 puntos Elo. Quiero conseguirlo, sobre todo, por satisfacción personal"