Uno de los recuerdos más lejanos, intensos y gratificantes que albergo de la niñez está asociado al primer día en que monté en bicicleta. Entre la casa de mi abuela materna y la de nuestra vecina Sara discurría una modesta calleja, sin asfaltar entonces, por la que corríamos a diario, jugábamos y también aprendíamos a mantener el equilibrio en bici y sin los ruedines traseros. Mientras me sostenía con su mano agarrada al sillín, mi padre me dijo: “Levanta la cabeza, mira al frente, pedalea, mantén el equilibrio y déjate llevar”. Y tenía razón. Le hice caso, perdí el miedo a caerme y fue todo un triunfo para un mocoso de apenas cinco años.Con el Renault Captur E-Tech ha sido, durante el lluvioso fin de semana del 3 y 4 de octubre, igual de fácil y reconfortante. Siempre hay un, no diría miedo aunque sí, reparo inicial cuando te acercas a un modelo de esos cargados de tecnología que rompen con lo tradicional de la propulsión gasolina o diésel; y que luego se transforma, como en esta ocasión, en satisfacción completa cuando uno comprueba que todo es tremendamente fácil. Para comenzar, olvídate del cambio de marchas, porque es automático y está muy bien resuelto; y déjate llevar por el Captur E-Tech, que ya se encarga él de escoger la modalidad de propulsión: eléctrica, híbrida gasolina-eléctrica o sólo gasolina, además de recargar en movimiento durante las frenadas. Eso sí, si quieres decidir tú cómo gestionar la energía, también puedes; como si lo que deseas es reservar la carga de las baterías para rodar sólo en eléctrico por espacios de cero emisiones o recargarlas mientras vas conduciendo. Y, además, teniendo información completa y al momento de todo el proceso si eres de los que pretenden conocer hasta el mínimo detalle.

La facilidad de manejo, el nivel de eficiencia alcanzado, la suavidad de conducción, el confort de marcha y el agrado de utilización están en este compacto crossover (4,227 metros de largura) a un nivel sobresaliente. En realidad, a la misma altura que su exquisito diseño exterior, claramente deportivo y llamativo, pero no agresivo ni estridente, con su techo en color negro junto a una carrocería en elegante tono blanco o unas contundentes llantas de aleación. Bello y hasta espectacular por fuera, por dentro este Captur de gama alta y máximo equipamiento convence igualmente al cruzar el umbral de sus cuatro puertas. Salpicadero, cuadro de instrumentos, pantalla central y mandos configuran un panorama irreprochable. Lo mismo que los asientos delanteros, de bella factura, agradables al tacto, amplios, cómodos, con buena sujeción y el grado justo de firmeza. En la zaga la altura libre al techo es correcta y algo justa para los más altos, en tanto que el maletero (379 litros), con kit reparapinchazos y una capacidad para equipajes menor que sus hermanos de gama por la presencia de las baterías y las conexiones de carga, aunque con los asientos traseros deslizantes para variar ésta, nos recuerda que este compacto híbrido enchufable, como el resto de los automóviles con este modo de propulsión, tienen que pagar un peaje en espacio.

Un peaje que también se extiende a otro apartado, el del peso, con una cifra en orden de marcha de 1.564 kilogramos, 237 kilos superior a la siguiente más elevada, la del diésel de 115 CV automático, y que influye también en el comportamiento y le resta aptitudes deportivas. Y que nadie lo vea esto como un defecto, porque la verdadera personalidad del Captur E-Tech es la de dirigirse al conductor que disfruta de prestaciones satisfactorias (173 km/h y 135 km/h en modo eléctrico, además de un paso de 0 a 100 km/h en 10,1 segundos), excelentes cifras de consumo (de 1,4 a 1,7 litros en recorrido mixto, con emisiones entre 32 y 37 gramos por kilómetro) y convincente autonomía en modo eléctrico, entre 50 y 65 kilómetros. A todo esto cabe sumar que en menos de cinco horas se puede recargar la batería en un enchufe doméstico, con lo que la mayoría de los usuarios podrán pasar la semana sin gastar una gota de gasolina y cuando deseen realizar un viaje de largo kilometraje su autonomía no tendrá las limitaciones de un eléctrico, ya que siempre es posible repostar gasolina y seguir adelante, aun cuando se acaben las reservas de electricidad en las baterías.

Y es que incluso buscando los peores itinerarios posibles, con puertos de montaña revirados y habiendo agotado la electricidad, el motor atmosférico del Captur E-Tech, un 1.6 de 91 CV, nos permitía movernos con solvencia. Así que ya pueden imaginar que cuando la gasolina y la electricidad se combinan para ofrecer 159 CV el panorama es plenamente satisfactorio. Sin embargo, lo mejor, junto a su diseño, facilidad de uso, confort, eficiencia energética y precio -ya matriculado y con el Plan MOVE se queda en 24.453 euros, o en 22.953 si dejamos un coche para dar de baja-, es lo agradable de su silencioso y placentero manejo por ciudad. Como para dejarse llevar.