- Asier Martínez Etxarte (22/4/2000) voló ayer a Tokio para juntarse con los mejores deportistas del mundo, esos a los que siempre había idolatrado sentado ante el televisor. El joven vallista de Zizur atiende a este periódico desde Madrid, apenas unas horas antes de coger el vuelo más importante de su vida, ese que le llevará al Olimpo. Él solo quiere llegar a Japón, maravillarse con todo como si se tratara de un cuento, quitarse la presión y correr como nunca. O como siempre, ya me entienden, vamos.

A sus 21 años, su fulgurante irrupción en la élite del atletismo ha sido tan brillante como sorprendente. Con la mirada puesta en París 2024, creció de manera prematura junto a su entrenador François Beoringyan y sus compañeros del Swan Team hasta llegar a Tokio. Nadie le esperaba y eso es una gran ventaja, porque por fin podrá correr sin presión y centrarse tan solo en lo más importante: disfrutar en cada apoyo y en cada valla con esa técnica depurada que le hace brillar siempre. Divertirse, esa es la clave que ha llevado a Asier Martínez -un chico tranquilo que empezó a corretear en Ardoi a los 5 años- a cumplir su sueño: ser atleta olímpico.

¿Cómo está viviendo estos días previos a los Juegos?

-Con tensión y con muchos nervios. No solo por lo que es la competición, sino por todo el contexto. Hay peligros añadidos por el coronavirus y hay que tener muchos más factores en cuenta. Pero bueno, estoy con muchas ganas de llegar ya a la Villa Olímpica.

Ha sido muy regular esta temporada. ¿En qué momento de forma llega a esta cita?

-Llego con ganas porque creo que todavía tenemos algo más por sacar. Pero, al mismo tiempo, estoy muy tranquilo porque hemos tenido una temporada casi soñada y, salga o no salga lo que creo que podemos sacar, estoy muy satisfecho.

Habla de bajar más ese 13.31. ¿A qué marca cree que puede aspirar?

-Yo creo que en condiciones favorables podríamos bajar de 13.30, pero no me preocupa. No es algo que me presione porque la temporada está yendo rodada. Creemos que tenemos algo más para dar, pero estoy muy tranquilo en ese sentido y, si no sale esta temporada, saldrá más adelante.

¿Cómo espera que sea su adaptación al horario y al calor de Japón?

-Sí. Son dos inconvenientes bastante a tener en cuenta. Tenemos siete horas de diferencia y es un factor importante el tema del jet lag. Luego, el clima es muy húmedo y caluroso y va a ser algo en lo que tendremos que trabajar. Tenemos semana y pico para adaptarnos así que tampoco creo que haya ningún problema.

En los 110 metros vallas compite también Orlando Ortega. ¿Van a entrenar juntos estos días?

-La verdad es que de momento no tengo nada hablado con él. Supongo que hablaremos más cuando lleguemos y cuando veamos la situación que hay en cuanto a protocolos. Intentaremos apañar algo y la verdad es que sería un honor entrenar con él y todo lo que pueda ayudarle lo haré encantado, por supuesto.

Llega en el puesto 20 del ránking, ¿su objetivo es intentar estar en semifinales?

-Sí. Pero bueno, todavía no se sabe si van a pasar 16 o 24 a semifinales. Se está barajando la posibilidad de hacer tres semifinales con 24 atletas en total, que es lo que estaba hablado desde un principio. Pero bueno, va a haber que correr mucho. Tendremos que demostrar el nivel allí y, si eso me lleva a semifinales, perfecto y, si no, no pasa nada. Estar en Tokio ya es un premio, así que voy relajado y a disfrutar. Evidentemente, en cuanto den el pistoletazo de salida, voy a ir a cuchillo y a dar el máximo.

Los rivales serán los mejores del mundo: Holloway, Orlando Ortega, Shubenkov, Martinot-Lagarde...

-Sí, son figuras a las que he visto toda mi vida por la televisión y ahora voy a correr con ellos. Es una prueba de muchísimo nivel y la gente está corriendo un montón, como se ve en el ránking mismo. Es la élite mundial y en su mejor momento de forma, así que será difícil. De todos modos, nosotros llegamos con muy buenas sensaciones e intentaremos disfrutar de la propia prueba. No solo de nuestra carrera, sino también de la competición que hacen los compañeros.

Usted siempre ha tenido un respeto especial por los Juegos. ¿Qué siente ahora que ya es olímpico?

-Creo que todavía no soy consciente del todo de lo que estoy haciendo, de la magnitud que tiene todo esto. Es un sueño para mí, algo que se me ha inculcado desde pequeño y todavía no me creo que vaya a ser parte de este espectáculo. Creo que empezaré a asimilarlo una vez que pasen, cuando asiente un poco todo esto. Y, sobre todo, cuando tenga tiempo y tranquilidad para disfrutar.

De normal, unos Juegos se preparan en cuatro años, pero su ciclo olímpico apenas ha durado uno. ¿Cómo ha vivido esta progresión?

-Sí. Estos últimos meses han sido de mucha tensión. Parecía que podía estar en los Juegos y que podía clasificarme, pero no era nada seguro hasta que no hiciera la mínima. Creía que podía hacer ese 13.32, pero, hasta que no lo tuviera hecho, de poco servía lo que creyera. Estaba en una situación de tensión, de muchos nervios y en la que cada competición definía un poco el camino que nos quedaba por hacer.

El objetivo inicial era París 2024, pero se ha adelantado hasta llegar a Tokio dando grandes mordiscos a su marca: primero un 13.58, luego un 13.34 con tropezón incluido... ¿En qué momento se dio cuenta de que podía estar en los Juegos de 2021?

-Yo creo que fue en esa carrera de Castellón, en la segunda jornada de las Ligas, cuando realmente se vio que estaba para hacer la mínima. Desde la pista cubierta podíamos hacernos a la idea de lo que podía ser trasladar la marca del 60 vallas al 110, pero realmente, hasta que no tuvimos ese 13.34 de Castellón comiéndome la última valla no pudimos apostar de manera clara y pública por los Juegos.

Luego fue segundo en el Campeonato de España tras Ortega con mínima (13.31), una marca que celebró con un gran grito de alegría.

-Sí (ríe). Ese grito fue para liberar toda la tensión acumulada durante estos meses. Por fin pude descargar toda esa presión que llevaba dentro y me quedé muy contento por ello. Fue una carrera muy bonita junto a un grande como Orlando Ortega.

¿Cómo espera que sea su primera experiencia en la Villa Olímpica?

-La verdad es que no lo sé. Es todo tan nuevo para mí que voy a ser como un niño que siempre había soñado con todo eso. Voy a llegar y voy a estar flipando con todo. Al ser todo tan nuevo y al ser una situación especial, incluso para la gente que ya tiene experiencia en los Juegos, no tengo ni idea de lo que me voy a encontrar ahí.

Al final no habrá público en el estadio, que tiene capacidad para 70.000 espectadores. ¿Le puede afectar?

-De alguna manera, creo que soy de los que más acostumbrado estoy a competir sin público y creo que tampoco me va a afectar mucho. Competí también en Polonia, que era otro estadio muy grande, sin público. Pero bueno, a los factores que no están en mi mano prefiero no darles muchas vueltas y centrarme sobre todo en lo que depende de mí.

Su entrenador, François Beoringyan, no ha podido viajar a Tokio, pero supongo que mantendrán la comunicación a diario.

-Sí. Me da rabia que no haya podido venir porque este premio es tan mío como suyo. Pero bueno, tenemos semana y pico de entrenamiento hasta empezar la competición y seguiré toda su planificación. Ya tenemos hablado qué hacer estos días. Que no esté aquí conmigo es un inconveniente que podíamos barajar desde el principio. Estaremos en contacto y, aunque no esté aquí, llevaré todas sus planificaciones a cabo.

Sí estará en Tokio Sergio Fernández, otro atleta navarro. Tanto usted como él demuestran el buen momento foral, con otros que se han quedado cerca como Vallés, los Quijera o Miren Bartolomé.

-Somos dos, pero podríamos haber sido más. Quiero animar a todos los compañeros que se han quedado fuera por muy poco, como es el caso de Adrián Vallés. Quiero mandarle ánimo porque estoy seguro de que en próximas citas va a estar dando más guerra junto al resto de compañeros.

¿Ha estado alguna vez en Japón o tiene interés por su cultura o su comida?

-No he estado nunca, pero por supuesto que tengo interés. Japón es súper exótico, es un país muy distinto y muy especial para nosotros. Tengo muchas ganas de ir, de estar asombrado con cualquier cartel. Estoy ansioso de llegar ya a la Villa Olímpica de Tokio y vivir la experiencia.

¿Hay algún deportista con el que le gustaría coincidir?

-Dentro del atletismo, me gustaría ver a los velocistas americanos y jamaicanos, que son un poco las grandes figuras que he seguido desde siempre. Y, del resto de deportes, me haría ilusión encontrarme con algún tenista como Djokovic.

Lugar y fecha de nacimiento. Zizur, 22/4/2000. Tiene 21 años.

Altura y peso. 1.90 m. y 78 kg.

Estudios. Cursa Ciencias Políticas en Bilbao.

Trayectoria. Empezó a correr en el Ardoi a los 5 años. En categoría cadete (16 años), llegó al Grupompleo Pamplona Atlético.

Técnico. François Beoringyan.

Palmarés internacional. Será su cuarta cita con la selección tras ser campeón de Europa sub-23 y cuarto de Europa bajo techo este año. Además, compitió en el Europeo sub-20.

20

Asier Martínez es 20º en el ránking mundial de 110 vallas.

"Estos últimos días han sido de muchos nervios por la covid-19 y lo único que quiero es llegar cuanto antes a la Villa Olímpica"

"Creo que puedo bajar de 13.30, pero no me preocupa en absoluto; si no es ahora, saldrá más adelante"

"Voy muy tranquilo y con el único objetivo de demostrar mi nivel; si eso me vale para llegar

a semifinales, perfecto"

"Sería un honor entrenar con Orlando Ortega en Tokio y todo lo que le pueda ayudar lo haré encantado"

"Creo que no soy consciente de lo que estoy haciendo y que empezaré a asimilarlo cuando termine"

"Vamos dos atletas navarros, pero podríamos haber sido más; quiero animar a los que se han quedado cerca, como Adrián Vallés"