pamplona - Los festivales de pelota profesional se han convertido en uno de los eventos fuera de la programación de San Fermín a los que más gente acude, algo que cada día se ve más representado en la actitud de las empresas.

La antelación en la puesta a la venta de entradas (que tan solo se pueden conseguir por internet a no ser que sean abonos para toda la feria) ha hecho que ninguno de los partidos del campeonato estén todavía configurados, ni siquiera en qué grupo están encuadradas las parejas que jugarán en un día concreto, a falta de que este fin de semana se disputen los cuartos de final del Cuatro y Medio de San Fermín -cuya final se disputa el 7-, lo que irá destapando nombres de un cuadro lleno todavía de interrogantes.

Pero poco preocupan esas incógnitas a la afición pelotazale navarra, que si ya de por sí demuestra cada sábado su devoción por el Labrit del 7 al 14 de julio la convierte en locura.

Conseguir ayer algunas de las entradas para la primera feria del verano no fue una cuestión fácil. La taquilla virtual fue una auténtica batalla de peticiones a partir de las 12 del mediodía, cuando se abrió la posibilidad de adquirir los asientos para los diferentes partidos.

Los usuarios se tuvieron que armar de paciencia para poder conseguir los recados de amigos y familiares -como máximo podían adquirir diez de una vez-, ya que las butacas del mapa del Labrit tornaban en bloque y rápidamente del color verde -disponible- al negro -no disponible-.

Del segundo piso hacia abajo, de las opciones más caras a las más baratas, el plan de muchas cuadrillas se iba desvaneciendo al paso de pocos minutos.

De hecho, en apenas veinte, el 64% de las 9.000 localidades puestas a la venta -947 asientos tiene el Labrit, multiplicados por 9 festivales- se habían vendido, incluyendo la casi totalidad de las de la final del Cuatro y Medio en la mañana del domingo día 7, seguida en interés por las otras funciones de fin de semana -en la tarde del 7, la noche del viernes 12, y el Desafío del Vino de la tarde del sábado 13-.

Una hora después de abrir la posibilidad, la cifra se disparaba hasta el 72% de ocupación, con las entradas ya agotadas para la final de la jaula navarra y con menos de trescientas -las más caras, en cancha, a 35 euros- para cuatro días.

Lejos ya de la euforia inicial, los porcentajes fueron creciendo paulatinamente y sin descanso, situándose en el 80% a las 17.00 horas, y llegando al 85% a última hora de la tarde.

el 6, sin tanto tirón La principal novedad de la feria pamplonesa de este año ha sido la inclusión de un festival en la tarde del 6 de julio, que queda fuera de la competición.

La doble función, que forman Agirre-Ibai Zabala contra Zabala-Erostarbe en el primer partido y un estelar con Jaka-Rezusta contra Artola-Aretxabaleta, no ha tenido tanto tirón como los partidos del campeonato.

Las entradas para esta jornada, disponibles desde hace varios días, tan solo muestran un Labrit con media entrada, al menos hasta este lunes.

Dos euros más por entrada. La venta de entradas exclusivamente vía web supuso un cargo adicional de dos euros por billete, uno más que hace dos meses en el mismo frontón.

80%

de las 9.000 entradas de los nueve festivales del Labrit fueron vendidas en apenas una hora.