El frontón Navarra Arena de Iruñea vivirá el 29 de mayo un llenazo. Si bien este lunes por la tarde quedaban menos de 15 entradas a la venta de las 3.000 localidades disponibles, diseminadas en la cancha alta, la parte baja de la butaca de cancha -la zona más lejana del frontis- y el rebote de cancha, se augura un ambiente espectacular para la contienda entre Joseba Ezkurdia y Unai Laso.

En las dos finales anteriores del megalítico emplazamiento navarro no se llenó. Fueron entre el de Arbizu y Jokin Altuna, dentro del Cuatro y Medio.

La primera final del mano a mano que se celebra en Nafarroa tendrá un campeón local. La txapela no viajará muy lejos: a Arbizu o a Bizkarreta-Gerendiain.

Además, esta semana los finalistas no podrán entrenar en el recinto, pues el fin de semana se celebra la Copa del Mundo de gimnasia rítmica.

OCHO AÑOS SIN FINAL NAVARRA

Asimismo, el enfrentamiento entre Joseba Ezkurdia y Laso será la primera final del Manomanista entre pelotaris de Nafarroa en ocho años, la número 31 de la historia. La última vez que se dio una situación similar fue en 2014, cuando se cruzaron Juan Martínez de Irujo y Julen Retegi en el Atano III de Donostia. Ganó el de Ibero por 22-9.

Un curso después estuvieron citados Aimar Olaizola y Oinatz Bengoetxea, pero el leitzarra se rompió un dedo entrenando y tuvo que ser sustituido por Mikel Urrutikoetxea. La irrupción de talentos como Irribarria, Altuna III o Jaka ha frenado el dominio.