Comprar una vivienda se ha convertido en la actualidad en una misión casi imposible para muchas personas. La situación del mercado inmobiliario es cada vez más crítica: los precios han subido un 48% en los últimos cinco años, mientras que los salarios apenas han crecido. Esta descompensación hace que acceder a una vivienda, sobre todo en las grandes ciudades, suponga un esfuerzo económico que muy pocos pueden asumir sin poner en peligro sus finanzas personales.
'Método del cangrejo'
En este escenario de poca oferta y mucha demanda de vivienda, hay quien acaba comprando una casa que no le convence del todo, lo que hará que termine gastando más dinero en reformarla para adaptarla a sus verdaderas necesidades.
Precisamente, para evitar cometer errores, la arquitecta Lucía Bravo, fundadora del estudio LB Arquitectura, propone una técnica alternativa: el método del cangrejo. Esta estrategia, tal y como explica en su canal de YouTube, consiste en pensar el proceso de compra a la inversa, igual que un cangrejo camina hacia atrás.
Empezar por el final
En lugar de empezar por valorar la oferta existente de vivienda, la zona o el número de metros cuadrados, el método propone comenzar la búsqueda por el final, haciendo una profunda reflexión personal: ¿cómo quiero vivir?, ¿cuántos somos en casa?, ¿qué presupuesto tengo?, ¿qué espacios necesito de verdad?
Según Bravo, responder a estas preguntas básicas permite hacer una criba desde el principio y descartar todas aquellas viviendas que no cumplen los requisitos del comprador. Así, en vez de adaptarse a lo que hay, se define primero lo que se necesita, y después se busca solo entre las opciones que realmente encajan.
No despreciar la segunda mano
Además, la arquitecta recomienda no descartar las viviendas de segunda mano. Frente a lo que muchos piensan, una casa o un piso usado pueden convertirse en la mejor opción si se acompaña de una reforma bien pensada. "Con una reforma tú decides dónde va cada ventana, qué materiales usas, cómo fluye la luz", afirma Bravo. Es decir, no se trata solo de ahorrar en el precio de compra, sino también de conseguir una vivienda lo más personalizada y funcional posible.
Eso sí, la experta también señala que no todo vale. Es imprescindible mirar con lupa el estado de la vivienda antes de decidirse a comprarla. Es importante comprobar desde su estructura hasta la disposición de las estancias, pasando por la cantidad de luz natural. También conviene consultar el registro de la propiedad y verificar la última inspección técnica del edificio para evitar sorpresas desagradables.
Compra consciente
El método del cangrejo no es solo una técnica de compra, sino que se puede considerar una filosofía de decisión más consciente. En lugar de dejarse llevar por las prisas, la presión del mercado o por ideas preconcebidas como la ubicación ideal o el número de habitaciones, esta estrategia invita a poner en el centro al comprador y sus necesidades reales.
Así, este método de Lucía Bravo se presenta como una forma sensata de actuar cuando uno se plantea comprar una casa. Sin duda, tomar una decisión necesita tiempo, reflexión y una cierta osadía para salirse de los cauces tradicionales, pero ofrece más posibilidades de acertar.
Y es que, comprar algo que no se ajuste a las necesidades del comprador acabará suponiendo un doble gasto: el que se paga por la vivienda y el de la reforma posterior.
Así, porque comprar una casa no es cualquier cosa, sino que es probablemente la inversión más importante que un ciudadano medio hará a lo largo de su vida, es esencial que el comprador se tome todo el tiempo del mundo para encontrar la vivienda que mejor se adapte a sus gustos y necesidades.