EL final del verano coincide en Mercedes Benz España con tres lanzamientos de lo más estimulante. Si atractivo y rompedor resulta el nuevo Clase A, llamado a revolucionar la categoría de los turismos compactos, no se antojan menos convincentes los nuevos Clase GL y CLS Shooting Brake. El primero, como supertodoterreno de lujo y el segundo, como la carrocería familiar del fascinante cupé de cuatro puertas bautizado como CLS. Ambos representan, dentro de su segmento o minisegmento, ya que son pocos los competidores que pueden aspirar a plantar cara a semejantes máquinas, lo máximo en tamaño, prestaciones, dinamismo, diseño, calidad de realización, equipamiento, confort, seguridad y estatus. Son, además de enormemente grandes, impresionantes en el resto de los capítulos a considerar.

Si cuando este humilde redactor probó el último Clase M acabó confesando que este 4X4 de auténtico lujo se encuentra claramente por encima de las necesidades de cualquier comprador medio, qué les vamos a decir ahora de la versión maxi en todos los sentidos que constituye el GL respecto al M. En Mercedes hablan de un vehículo que se asemeja a viajar en "primera clase tanto en carretera como fuera de ella", con un modelo que aporta a partir del próximo otoño de este año "un nuevo diseño exterior e interior, un equipamiento todavía más completo, además de motores más potentes y eficientes, lo que lo convierte en el Clase S de los vehículos todoterreno. Este SUV de lujo muestra un rendimiento excepcional tanto en el denso tráfico de las ciudades europeas, en carreteras sinuosas o en autopistas en muy buen estado como fuera del asfalto. Y es precisamente ahí donde se ponen de manifiesto de forma patente las cualidades de este vehículo multitalento. Ya se trate de una pista llena de baches como de senderos polvorientos con tramos casi impracticables, el extraordinario confort de conducción y la rotunda potencia de este modelo de siete plazas seducen incluso bajo las más duras circunstancias".

Entre sus muchas virtudes sobresale el confort de marcha, con una sonoridad, ausencia de vibraciones y calidad de conducción al nivel del siempre sobrecogedor Clase S. También el equipamiento es de superlujo, con detalles de serie como la tracción integral permanente 4Matic, el cambio automático 7G-Tronic Plus, la ayuda al arranque, el control de velocidad en descensos (DSR), el sistema de aviso de colisión y de alerta de cansancio, el programa especial de conducción en todoterreno (con seis modalidades diferentes además de bajos reforzados, reductora, bloqueo de diferencial, altura libre mínima variable hasta los 30,6 centímetros y una profundidad de vadeo máxima de 60 centímetros), así como la suspensión neumática integral Airmatic con amortiguación adaptativa (ADS) y detección de carga, amén de asistente para viento lateral y opciones como el dispositivo activo de regulación del balanceo o la cámara de 360 grados y mecanismos como el Active Curve System, que optimiza la estabilidad, aumenta el confort y mejora la respuesta en campo al desactivar las barras estabilizadoras. De superlujo.

Lo mismo cabe aplicar a los motores. Serán tres propuestas: la diésel 350 BlueTec, de seis cilindros, 2.987 cc, 258 CV, 620 Nm, 220 km/h, 7,9 segundos de 0 a 100 km/h y un consumo medio entre 7,4 y 8 litros; y las gasolina 500, con ocho cilindros, 4.663 cc, 435 CV, 700 Nm, 250 km/h, 5,4 segundos de 0 a 100 km/h y un gasto medio de 11,3 a 11,5 litros; además de la 63 AMG, con ocho cilindros, 5.461 cc, 557 CV, 760 Nm, 250 km/h, 4,9 segundos de 0 a 100 km/h y 12,3 litros de consumo promediado

Estos propulsores, no hay que olvidarlo, deben desplazar una enorme carrocería cuyas cotas alcanzan los 5,120 metros de largura, 1,934 de anchura y 1,850 de altura, y pesan en vacío como mínimo 2.465 kilogramos. Sus precios también se instalan en otra dimensión, con 84.340 euros para el diésel, 109.420 para el 500 y 150.320 euros para el 63 AMG.

CUPÉ Y FAMILIAR La cuadratura del círculo, la lógica de la pasión, la razón de la locura? Uno lo puede llamar como quiera y poner los calificativos que desee, pero la creación de una gran berlina con la estética cupé fue el principio, pero se ve que no era bastante y había que ir un paso más allá, hasta idear un familiar deportivo sobre la base de una gran berlina cupé. Y eso es el CLS Shooting Brake. Según Mercedes, "perfecciona e innova el concepto de cupé de cuatro puertas, aporta un diseño deportivo con cinco plazas y portón trasero, incorpora eficientes motores diésel y gasolina con tracción trasera e integral 4Matic y se pone a la venta desde otoño a partir de 67.750 euros".

Con sus 4,956 metros de largura, 1,881 de anchura y 1,431 de altura, a pesar de no haber dejado que primasen los criterios utilitarios, aporta un maletero con capacidad variable entre 590 y 1.550 litros, fácilmente accesibles gracias a la apertura automática del portón posterior (de serie). Sus motores incorporan la caja de cambios automática 7G-Tronic Plus, desde los diésel 250 CDI (204 CV) y 350 CDI (265 CV) a los gasolina 350 (306 CV), 500 (408 CV) y 63 AMG (525 CV). Todos cuentan con tracción trasera, si bien cabe optar a la integral 4Matic en el 350 CDI y el gasolina 500.

Por último, los precios de los diésel van de los 67.750 euros del 250 CDI, pasando por los 70.593 del 350 CDI, a los 76.250 euros del 350 CDI 4Matic, con los gasolina entre 75.850 y 137.500 euros. Lo dicho, en otra dimensión.