pamplona. Goñi se mantiene como director general en Criteria Holding, donde se ocupa de la gestión de la cartera de participadas industriales (más de un centenar de empresas) que aportó Banca Cívica tras ser adquirida por CaixaBank. Curiosamente, la gestión de cartera industrial fue el cometido que desempeñó Enrique Goñi entre 2000 y 2001, cuando fue fichado por Miguel Sanz para incorporarse a Caja Navarra. En enero de 2002 asumió el cargo de director general de Caja Navarra. Antonio Pulido mantiene también su puesto como director general en Criteria, si bien él ha quedado a cargo de las empresas inmobiliarias que aportó Banca Cívica. Probablemente ambos se incorporen a medio plazo al consejo de administración de Criteria Holding.
Tanto Goñi como Pulido estarían además afectados por las incompatibilidades y limitaciones salariales que arrastran como excopresidentes de una entidad que recibió ayudas públicas, como es el caso de Banca Cívica (977 millones de euros del FROB). La última orden ministerial del pasado mes de agosto dificultaría así la permanencia de ambos en los dos puestos.
Para cubrir estas dos vacantes, el consejo de administración de CaixaBank acordó el nombramiento como consejeros dominicales de dos entidades jurídicas: Caja Navarra y Cajasol, que ocuparán los asientos del consejo hasta que se aprueben los nombres de las dos personas que sustituirán a Goñi y Pulido como vocales.
En el caso de Caja Navarra lo más probable es que la persona que ocupe definitivamente este puesto no se conozca hasta que culmine el periodo electoral que se encuentra a punto de comenzar. En él deben renovarse y simplificarse los órganos de gobierno de la entidad, un proceso que podría culminar incluso en el cambio en la presidencia y la dirección de la entidad. Caja Navarra mantiene una presencia de un 1% en CaixaBank, que es quien presta los servicios financieros.
La entidad navarra se dedica, por tanto, a la gestión de la obra social, que se nutrirá con los dividendos que genere su participación en CaixaBank. Su dotación económica estimada para este año ronda los 18 millones de euros, una cifra menor si se compara con la de hace unos años pero que supone duplicar la que realizan el resto de entidades financieras de forma conjunta. En el proceso electoral que se avecina será decisiva la posición de Yolanda Barcina, con capacidad para nombrar y controlar, de modo directo o indirecto, a buena parte de los consejeros.